
Por José María Barreda
Publicado en La Tribuna de Ciudad Real el miércoles 11 de junio de 2025
Los regeneracionistas españoles siempre vieron a Europa como un espacio en el que mirarse para cambiar nuestra política y mejorar nuestra economía y nuestra sociedad. Es célebre la frase de Ortega y Gasset, que resume todo un ideario político: «España es el problema y Europa la solución».
Políticos y pedagogos progresistas siempre han planteado que el camino para la transformación del país y sacarlo del subdesarrollo era la educación y la cultura. En este empeño, separados en el tiempo pero unidos en el espacio de la geografía manchega, destacan dos paisanos: José Castillejo (Ciudad Real 1877-Londres 1945) y Manuel Marín (Ciudad Real 1949-Madrid 2017).
José Castillejo fue el gran impulsor de la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas creada en el seno de la Institución Libre de Enseñanza, cuyas almas inspiradoras fueron las de Francisco Giner de los Ríos y Manuel Bartolomé Cossío.
La influencia de la Institución Libre de Enseñanza en el proceso de renovación pedagógica enlaza con el movimiento regeneracionista de finales del siglo XIX y la generación del 98, cuando clamaban, con Joaquín Costa a la cabeza, por «escuela y despensa».
La Junta de Ampliación de Estudios fue fundamental en ese esfuerzo renovador y modernizador de la educación en España. Su estrategia de pensiones en el extranjero facilitó el contacto de profesionales y estudiantes con los centros europeos que estaban más a la vanguardia, que luego repercutieron en nuestro país. La pedagogía jugó un papel protagonista: de las 1008 pensiones concedidas entre 1910 y 1927, 236 fueron destinadas a esta especialidad. De estas becas se beneficiaron no sólo grandes personalidades, como Rafael Altamira, Adolfo Posada, Fernando de los Ríos… sino también maestros, inspectores y profesores de Instituto, entre ellos Lorenza Luzuriaga o Rodolfo Llopis.
En un libro de reciente publicación, editado por la BAM de la Diputación y coordinado por Antonio Moreno, puede encontrarse información abundante sobre este paisano clave en la renovación pedagógica. (Se presenta en Ciudad Real el día 17)
El otro gran europeísta, Manuel Marín, tras estudiar en los Marianistas de Ciudad Real y licenciarse en Derecho en la U. Complutense, se especializó en Derecho Comunitario en la U. de Nancy y en el Colegio de Europa de Brujas. Militó en aquel PSOE reformista y transformador de la Transición y fue diputado por esta provincia.
En 1982 fue nombrado por Felipe González Secretario de Estado para las Relaciones con las Comunidades Europeas y en esta condición negoció con éxito la incorporación de España en ellas. No citaré ahora las diversas responsabilidades de Marín (sólo recordaré que fue un ejemplar presidente del Congreso de los Diputados) para centrarme en su labor como Vicepresidente de la Comisión Europea presidida por Jacques Delors, de la que también fue Comisario de asuntos sociales, educación y empleo.
En este período Manuel Marín puso en marcha una iniciativa que ha influido en la vida y en la formación y educación de miles de jóvenes: el Programa Erasmus.
Esta brillante idea, que nuestro paisano supo poner en marcha, está facilitando la movilidad de miles de estudiantes europeos por las diferentes universidades, lo que supone una contribución esencial para su educación, aprendizaje de idiomas y, también, y no es lo menos importante, para fomentar su cultura y sentimiento europeísta.
Cuando una ola antieuropea recorre Europa, cabalgada por populismos extremistas, conviene poner en valor lo que Europa ha significado y significa para nosotros. En el caso de Castilla-La Mancha, la incorporación a Europa, y los recursos que nos ha aportado, forma parte de la «trilogía transformadora», junto a la democracia y la autonomía, que están en la base de nuestro crecimiento y desarrollo.
Sirvan estas líneas para reivindicar la aportación de estos dos grandes manchegos en la historia de nuestro país y celebrar que sean profetas en su tierra. Los pueblos se dignifican cuando, con generosidad, sin envidias ni rencores políticos, reconocen el mérito de sus paisanos.
Entradas Recientes
Entradas recientes
- Cieno debajo de la alfombra
- Protocolo
- Control
- Prórroga presupuestaria 2025: de expediente extraordinario a anomalía democrática
- La Academia de Ciencias Sociales y Humanidades de Castilla-La Mancha celebra el Premio a la Investigación e Innovación 2024 en la modalidad de Ciencias Sociales y Jurídicas otorgado por el Gobierno regional al académico de número Carmelo Andrés García López
Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!