Cosillas electorales

Por Francisco Javier Díaz Revorio

Publicado en el diario La Tribuna de Toledo el 2 de junio de 2023

Esta semana he atendido casi a diario a diversos medios interesados en cuestiones electorales, cosa que hago siempre con gusto entendiendo que forma parte de mi función, que más allá de las aulas debe extenderse a la explicación y divulgación de los temas que trabajamos, cuando hay interés social en ellos. Así que, aunque sea telegráficamente, dedicaré la columna de esta semana a lo que había previsto (que era lo relativo al voto por correo y los presuntos fraudes producidos), y quizá a alguna cosita más…
Comenzando por lo primero, hay que aclarar que tenemos un sistema bastante garantista y en el que no faltan controles y vías para la corrección y sanción del fraude. El verdadero problema de la posible compra de votos es que alguien esté dispuesto a vender su voto por 50 euros, lo cual no creíamos que pudiera suceder en un país occidental. Pero si esto sucede, puede darse el caso en el voto por correo e incluso en el voto presencial, como sabemos que ha sucedido a veces en otros países. Basta que alguien esté dispuesto a pagar por un voto ajeno y alguien a recibir por ceder el voto, a partir de ahí todo es posible y el sentido del voto se puede acreditar de mil maneras posibles. De nuevo, la clave está en la formación democrática, de la que creo que cada vez estamos más carentes. Dicho lo anterior, si la práctica demuestra que hay un pequeño «agujero» en nuestra regulación del voto por correo, hay fórmulas para resolverlo mediante una reforma o desarrollo más adecuado de la ley. En suma, sobre este tema, no creo que hayamos tenido ni tengamos un grave problema que ponga en tela de juicio la legitimidad de los resultados electorales, pero nunca de está de más observar y hacer el seguimiento de estas incidencias, valorando posibles reformas. En cuanto a las elecciones de julio… sin duda parece que van a ser singulares por varios motivos, y uno de ellos -hasta el punto de que parece ser la pregunta se la semana- es si cabe eximirse de la obligación de formar parte de una mesa electoral por vacaciones. La respuesta genérica es no, en principio solo son causas justificadas las previstas por la Junta Electoral Central en una Instrucción de 2011, y no está incluida esta. Ni creo que como tal deba estarlo, aunque en ciertos casos singulares no sería irrazonable la exención cuando existan gastos importantes y no reembolsables, a cuenta de un viaje contratado antes de la convocatoria electoral. Sería un caso próximo al de eventos familiares de especial relevancia, sí previsto, pero… para incluir los gastos vacacionales, la propia Junta tendría que modificar su instrucción. De momento, me parece que poco se puede hacer si se da el caso. Así que suerte a mis lectores y electores en el sorteo de las mesas… y otro día diremos algo más.

Patrimonio histórico responsabilidad común

Por Diego Peris

Publicado en el diario Lanza el 4 de junio de 2023

En España, en la segunda mitad del siglo XVIII, la consideración de la arquitectura registra importantes novedades que bien pueden resumirse en su nueva condición de responsabilidad socialmente compartida y políticamente tutelada. En efecto, la arquitectura va a tener una garantía de Estado, tanto por la formación de los arquitectos a través de las enseñanzas que imparte la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, como por la obra realizada con fondos públicos, controlando la calidad de los proyectos por medio de la Comisión de Arquitectura de aquella misma corporación

La legislación el Patrimonio Histórico Español tiene un importante desarrollo a lo largo de los siglos XIX y XX. Los avatares políticos, las diferentes decisiones de los gobiernos sobre el patrimonio de diferentes propietarios hace necesario replantearse la responsabilidad común para conservar y mantener un conjunto de bienes que consideramos valiosos para la comunidad.

En España, en la segunda mitad del siglo XVIII, la consideración de la arquitectura registra importantes novedades que bien pueden resumirse en su nueva condición de responsabilidad socialmente compartida y políticamente tutelada. En efecto, la arquitectura va a tener una garantía de Estado, tanto por la formación de los arquitectos a través de las enseñanzas que imparte la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, como por la obra realizada con fondos públicos, controlando la calidad de los proyectos por medio de la Comisión de Arquitectura de aquella misma corporación.

La Ley del Patrimonio Histórico Español de 1985

La ley de Patrimonio Histórico elaborada en tiempo de la República supuso un avance importante en la forma de entender el patrimonio y en cómo abordar su conservación y restauración. La nueva legislación elaborada ya en democracia ha supuesto un avance importante en cuanto a los contenidos y actuaciones de la administración en esta materia. La Ley de Patrimonio Histórico español de 1985 dice en su artículo 36: «Los bienes integrantes del Patrimonio Histórico Español deberán ser conservados, mantenidos y custodiados por sus propietarios o, en su caso, por los titulares de derechos reales o por los poseedores de tales bienes. Cuando los propietarios no lo hagan la Ley permite a la Administración competente ordenar su ejecución subsidiaria. El incumplimiento de las obligaciones será causa de interés social para la expropiación forzosa».

Y posteriormente el artículo 39 dice: «Los poderes públicos procurarán por todos los medios de la técnica, la conservación, consolidación y mejora de los bienes declarados de interés cultural, así como de los bienes muebles incluidos en el Inventario General. Una responsabilidad compartida que la sociedad debe asumir para la conservación de un legado que considera colectivamente importante mantener».

Con la configuración del estado de las autonomías, las competencias en materia de patrimonio histórico fueron transferidas a las comunidades autónomas que las ejercen a través de la Consejería competente. En Castilla-La Mancha, en algún momento, lo fueron a través de la Consejería de Cultura y, en la actualidad, por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes en la que existe una Viceconsejería de Cultura responsable de estos temas. Una responsabilidad que le confiere la autoridad de decidir en temas patrimoniales de diferente índole y que le atribuye una responsabilidad esencial.

Los Bienes de Interés Cultural (BIC)

Para proteger los bienes que integran el patrimonio histórico y definir legalmente su condición, la Ley de Patrimonio Histórico establece la figura de Bien de Interés Cultural. Una figura que representa el reconocimiento de la sociedad del valor que tiene ese bien con sus consecuencias administrativas y una asunción de una responsabilidad sobre la conservación, mantenimiento y cuidado de este. En Castilla-La Mancha, a lo largo de los años, se han definido más de 600 Bienes de Interés Cultural lo que supone un importante patrimonio sobre el que se asumen responsabilidades comunes. Y esas responsabilidades, de acuerdo con la legislación vigente recaen esencialmente en la comunidad autónoma.

Unas responsabilidades que deberían tener importantes consecuencias, la primera de ellas es la de disponer de una estructura administrativa integrada por técnicos en diferentes áreas: arquitectos, arqueólogos, expertos en historia del arte y restauradores que sean referentes en el conjunto de actuaciones a realizar en la comunidad autónoma. Un conjunto de profesionales capaces de definir los criterios de actuación, los programas de conservación y trabajos en las diferentes áreas.

Y ello, ayudado por los órganos colegiados que reúnan a profesionales de primer nivel que puedan establecer criterios globales o analizar determinadas actuaciones que, por su complejidad, requieran esas aportaciones. Hay diferentes actuaciones en conjuntos históricos, en yacimientos, que requieren conjuntamente el trabajo de urbanistas, arquitectos, arqueólogos e historiadores, reconociendo la peculiaridad del trabajo de cada una de sus áreas en una voluntad de respeto mutuo y colaboración. El desarrollo legislativo ha ido conformando diferentes órganos colegiados que sería bueno revisar en su composición y competencias.

Proyectos con inversiones

El patrimonio histórico de bienes inmuebles, de ciudades históricas, de bienes muebles y de yacimientos arqueológicos requiere actuaciones de conservación, de restauración o rehabilitación. Y para ello son necesarios programas de inversiones que vayan, año a año, manteniendo ese valor que socialmente apreciamos. Un valor que es una seña de identidad esencial de nuestra comunidad y de la sociedad que, a lo largo de los siglos, lo ha construido y mantenido. Un conjunto de bienes que se han convertido en espacios en los que el poder tiene sus sedes como muestra de prestigio y reconocimiento, que hemos rehabilitado en muchas ocasiones para nuevos usos culturales y sociales.

Programas que deben tener una idea planificada para su desarrollo a lo largo de los años, que deben tener una continuidad y un compromiso desde las administraciones, especialmente desde la autonómica como máxima responsable. Se deberán realizar también actuaciones de las administraciones provinciales y locales y de los propietarios de los bienes como indica la ley. La definición el 1% (ahora 1,5%) cultural es sólo un camino de ayuda desde la estructura general de la administración. Pero desde la administración responsable debe haber compromisos estables e importantes para trabajar en la conservación del importante patrimonio de Castilla-La Mancha. Y tenemos la impresión de que ya han pasado muchos años sin que ese compromiso sea real y efectivo.

Las inversiones que llegan desde ámbitos próximos al turismo son buenas y bienvenidas, pero no pueden ni deben obviar la necesidad de apostar por compromisos reales y concretos en el mantenimiento del patrimonio histórico. Programas de restauración monumental, ayudas a la rehabilitación de los conjuntos históricos, programas rigurosos de excavaciones arqueológicas, estudio y catalogación de bienes muebles… deben tener planes con el respaldo económico necesario. Es la responsabilidad que las trasferencias en materia de cultura han otorgado a la comunidad autónoma. Y ello coordinadamente con ayuntamientos, diputaciones y con la gestión de recursos comunitarios debería estar dirigido desde los responsables de cultura en la comunidad autónoma.

El patrimonio histórico es un tesoro que nos identifica como comunidad, que es fuente de vida cultural, de posibles actividades sociales y en definitiva de la vida cultural de la comunidad a la que pertenecemos.

Calderón, Rojas Zorrilla y Coello, los ‘Carmen Mola’ del Siglo de Oro

Por A. Ruiz

Publicado en el diario Lanza el 4 de junio de 2023

El exitoso trío escribía a seis manos comedias dejando marcas propias de su autoría

Cuando se piensa en el Siglo de Oro a menudo salen a relucir los ‘roces’ y rivalidades entre grandes genios como Lope con Góngora, éste con Quevedo o Cervantes con el primero, pero curiosamente en la generación posterior, la encabezada por Calderón, existían unos lazos de amistad y camaradería que les llevó incluso a escribir comedias de forma conjunta.

A cuatro manos, aunque lo habitual era a seis, se elaboraron al menos ciento cincuenta comedias desde 1620, cuando comenzó a emerger esta forma de trabajar, hasta finales del siglo XVII y primeros del XVIII, estima Felipe Pedraza, director del Instituto Almagro de Teatro Clásico, que está inmerso en el estudio y análisis de estas obras de varios creadores, trabajando de forma coordinada con la Universidad de Valladolid que se ocupa de la estilometría que ayuda a clarificar marcas propias sobre la autoría de los textos.

“Muchas de estas piezas se han conservado sin nombre de autor, simplemente atribuidas a varios ingenios”, describe Pedraza, que cita entre los motivos de esta unión de fuerzas la celeridad con la que se reclamaba la creación de una nueva pieza, siendo muchas de ellas por encargo, y la motivación económica ya que no dejaba de ser “una forma de ganar dinero en poco tiempo puesto que las obras de teatro tenían su mercado y no estaban mal pagadas. Quien podía vender muchas obras de teatro vivía muy bien”.

Así mismo, unir varias plumas servía “de reclamo ante un público que podía estar interesado justamente en ver cómo autores, que conocía de forma independiente por sus obras por separado, trabajaban de forma conjunta”.

Se trata de un teatro para ser consumido de manera inmediata, escrito de manera rápida y con la intuición de lo que el público estaba deseando ver, destaca Pedraza, que indica que dentro del conjunto de estas piezas hay obras “desarticuladas, muy malas con las que se trataba fundamentalmente de ganar unos reales en un tiempo breve”, mientras que otras muchas son estimables y buenas, y algunas “tuvieron mucho eco y merecen una reconsideración”.

“Las que a nosotros de momento nos están interesando fundamentalmente son las entre doce y quince que escribió Rojas Zorrilla con otros poetas, que en buena parte son las mismas en las que también participó Calderón, dos nombres ilustres para la posteridad pero sobre todo para los espectadores del momento porque Calderón fue un autor que tuvo gancho durante dos siglos, al igual que Rojas Zorrilla. Es un corpus relativamente amplio, que no podemos abarcar en su totalidad en esta fase del trabajo, pero sí quisiéramos incidir sobre estos dos autores más trascendentales dentro del conjunto y su colaborador más asiduo que es Antonio Coello”.

Convencidos de que son “piezas interesantes y valiosas, vamos a publicar en el próximo tomo de la colección de ‘Ediciones Críticas’, tres obras escritas por Calderón, Rojas Zorrilla y Coello: ‘Los privilegios de las mujeres’, ‘El jardín de Falerina’ y ‘El monstruo de la fortuna’.

“La primera es una versión de la historia romana de Coriolano y la revuelta de las mujeres porque les prohíben actuar con ciertas libertades, tema que trató Shakespeare y lo vuelve a recrear Calderón en ‘Las armas de la hermosura’; y la segunda una comedia caballeresca sobre Orlando, Roldán, el personaje francés, pero tratado con un peculiar humor muy característico de esta pieza”, mientras que la tercera, “quizás la de más éxito de entre las que vamos a publicar de inmediato”, narra la historia de Felipa de Catania que gobernó el Reino de Nápoles en la Edad Media cuando reinaba Juana de Nápoles, “una reina muy intrigante y conflictiva, que mató a mucha gente, tuvo una participación activa en provocar el cisma de Occidente, la separación de las iglesias de Roma y Avignon”, y murió estrangulada.

Esta obra, en la que Felipa se convierte en primer ministro, tuvo un gran éxito. Se hicieron muchísimas ediciones sueltas y se representó constantemente hasta principios del siglo XIX “probablemente porque atraía al público esa visión en cierta medida revolucionaria y sorprendente de una mujer, además plebeya, ejerciendo el poder, un elemento chocante para la política del siglo XVII”.

Frente a la negativa visión de la reina Juana y su ministra Filipa que proporcionan las fuentes históricas, los dramaturgos elaboran, con un tratamiento “ennoblecedor y engrandecedor”, una tragedia “compleja en la que finalmente Juana transige con el ajusticiamiento de su valida porque las circunstancias políticas lo exigen”. Un tira y afloja que, por otra parte, se parece mucho al que sucede en el drama de Isabel I de Inglaterra ‘Dar la vida por su dama o El Conde de Sex’, escrito por Antonio Coello, a quien “le preocupan mucho los personajes políticos que se ven obligados a hacer lo que sentimentalmente no quieren pero en ello les va el poder y a veces la cabeza”.

En colaboración

En esta producción de piezas con varios autores colaborando, hay un aspecto paradójico relativo a que, por un lado, “los dramaturgos parece que ponen mucha pasión en escribirlas” y en dejar sus sellos de autoría por las temáticas o situaciones que tratan y, “sin embargo, tienen cierta resistencia para incluirlas en las ediciones que ellos mismos promueven de sus comedias”. Su firma en estos trabajos en común lo mismo aparece que no en los manuscritos, autoría que se deduce del vocabulario, las referencias, las autocitas e incorporación de textos de sus obras en solitario.

En el exitoso trío a nivel comercial de Calderón, Rojas Zorrilla y Coello, los ‘Carmen Mola’ de la época, el público buscaba en cada uno de estos poetas diversas cuestiones “y en todos una comedia española nueva frente a las de Lope que ya eran comedias viejas, en ese momento Lope ya era el pasado”.

Calderón aportaba “versos particularmente bien construidos, situaciones en las que se juegan con los paralelismos en una construcción muy metódica y efectos cómicos a través de los equívocos en las entradas y salidas como en ‘La Dama Duende’, pero también los monólogos trágicos, cómo los personajes van analizando los pro y contras de la situación en la que se encuentran”; mientras que de Rojas Zorrilla se apreciaban rasgos característicos de su producción como situaciones que degradan la realidad y se burlan del mundo como en ‘Abrir el ojo’, piezas hipertrágicas y también fragmentos de tono quevedesco y grotesco.

Por su parte, Coello ejercía “de argamasa” del conjunto. “Probablemente fue el promotor, el que se encargaba de la coordinación, el esquema general y, a partir de ahí, los otros escribían cada uno su acto y él el propio”.

“Con una paleta métrica mucho más reducida, casi todo lo escribe en romance, Coello es un poeta quizás más limitado y menos original que los otros”, siendo uno de los rasgos de su obra su pasión por la literatura incorporando como fuentes de inspiración creaciones de autores que llegaban al público como Góngora o Quevedo, además de “estar muy interesado por las situaciones trágicas y complejas en las que los personajes ni son buenos ni malos, todos tienen sus defectos y razones pero las razones son incompatibles y llevan fatalmente al enfrentamiento y a veces la muerte”.

Sello personal

A juicio de Pedraza, muchas veces estos autores reelaboran para estas obras en colaboración textos propios “no sólo por ahorrarse el trabajo de escribir uno nuevo sino también como un sello personal. Por ejemplo, en ‘El monstruo de la fortuna’ tenemos en el primer acto las décimas de Segismundo reelaboradas por Calderón para ponerlas en boca de una mujer plebeya que se queja de las dificultades que le presenta la vida social de su época; en el segundo acto, nos encontramos con una escena de una obra de Coello; y en el tercero unas escenas grotescas muy características de otros dramas de Rojas Zorrilla, que no opta aquí por la literalidad, no copia los versos, pero sí las situaciones y enfoque en este caso un poco quevedesco, de un humor amargo, duro y macabro”.

Esta forma de trabajar no es específica del siglo XVII, puesto “toda la literatura comercial se escribe como se puede y una de las formas es a varias manos. En España hay una época gloriosa de nuestro teatro en el que prácticamente todo se escribe en colaboración, la de la zarzuela y el sainete del siglo XIX, que es un teatro que se consume muy rápidamente y casi siempre escrito por varios autores”.

“El sistema es un poco distinto porque en el siglo XIX, más que repartirse trozos o los autos como hacían los dramaturgos aúreos, lo que se distribuyen son los cometidos, es decir, uno elabora las situaciones dramáticas, otro se encarga del desarrollo argumental y después se van insertando los chistes que les proporciona un tercero”, algo parecido a lo que sucede actualmente en muchos guiones de series o como ocurrió con ‘Bienvenido Mister Marshall’, cuyo guión construido por Bardem y Berlanga luego se enriqueció con elementos cómicos aportados por Miura.

Responsables máximos de contenido (1943-2023)

Por Isidro Sánchez Sánchez

Publicado en el diario Lanza el 22 de mayo de 2023

Repasar y leer las páginas de este extraordinario es recordar. No solo por lo que se ve en ellas, asimismo por lo que viene a la mente, por su poder evocador. No se trata de una sensación de nostalgia, que también, sino de comprender la evolución provincial en las últimas ocho décadas. Conocer nuestro pasado es fundamental para entender el presente que vivimos y, lo que es más importante, avanzar hacia el futuro. Y es que los últimos ochenta años de Historia de Ciudad Real, están presentes en las páginas de Lanza. Con etapas muy diferentes, claro es, pero manteniendo siempre la referencia de nuestra extensa provincia

Con mi sincero reconocimiento a todas las personas que han hecho posible la vida de Lanza, decano de la prensa en Castilla-La Mancha, durante ochenta años.

Ocho décadas de vida del periódico de la provincia de Ciudad Real y un nuevo extraordinario para conmemorar y celebrar una larga existencia. Con un nacimiento en 1943, tiempo en que se desarrolla en el mundo la atrocidad de la guerra. Por desgracia, los acontecimientos que vivimos hoy, cuando Lanza, sigue su edición, muestran que no ha llegado el fin de la barbarie. Más bien, una repetición cada vez más sofisticada, como afirma la psicoanalista Bejla Rubin, pues estamos ante “un nuevo comienzo acompañado por un concepto diferente de hombre, de guerra, de humanidad, de trauma y de síntoma” (Bejla Rubin de Goldman: Nuevos nombres del trauma. Totalitarismo, shoah, globalización, fundamentalismo. Buenos Aires, 2003).

Repasar y leer las páginas de este extraordinario es recordar. No solo por lo que se ve en ellas, asimismo por lo que viene a la mente, por su poder evocador. No se trata de una sensación de nostalgia, que también, sino de comprender la evolución provincial en las últimas ocho décadas. Conocer nuestro pasado es fundamental para entender el presente que vivimos y, lo que es más importante, avanzar hacia el futuro. Y es que los últimos ochenta años de Historia de Ciudad Real, están presentes en las páginas de Lanza. Con etapas muy diferentes, claro es, pero manteniendo siempre la referencia de nuestra extensa provincia.

Son muchas las personas que hacen posible la edición del diario manchego. Pero se trata de personalizar el agradecimiento a su tarea en las siete personas que lo dirigen desde 1943 hasta 2023. Son las responsables máximas del contenido, aquellas que diseñan la estructura y se encargan de cuidar la política editorial del periódico. En épocas muy distintas, que van del falangismo recalcitrante de la primera posguerra a los años de la crisis del papel y el ascenso imparable de la prensa digital. Pasando por una larga y sórdida dictadura, la Transición y la recuperación democrática, más política que económica.

José Gutiérrez Ortega (1943-1969)

Nace en Jabalquinto (Jaén), en 1914, y estudia en Granada, donde obtiene las licenciaturas de Derecho y Filosofía y Letras. El 29 de abril de 1933 es detenido por la Policía de esa ciudad, cuando es estudiante y miembro de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS). Ya en Falange Española, dirige Patria (Granada, 1935-1938). Después hace un curso en la Academia Militar de Riffien (Tetuán), promovido al empleo de alférez provisional de Infantería y puesto a disposición del general jefe de la 52 División. Está poco tiempo en el Regimiento de Zaragoza 30 y más tarde acompaña al máximo responsable de la Legión (BOE, 1-8, 2-9 y 1-12 de 1938).

Llega a Ciudad Real en 1940, como delegado provincial del Instituto Nacional de Previsión. El 17 de julio de ese año es la fecha de ingreso en plantilla y en categoría, trabajo que desempeña hasta su muerte, ocurrida el 30 de noviembre de 1969. En 1942 es nombrado jefe provincial de FET y de las JONS en Ciudad Real, puesto que ocupa hasta 1944. Durante un tiempo es vicepresidente de la Diputación provincial de Ciudad Real, incluso, provisionalmente, presidente. Desempeña otros diferentes cargos. Un ejemplo, su nombramiento como encargado de curso interino de Lengua Griega en el Instituto de Valdepeñas.

Pero él, además, es periodista vocacional y funda Lanza en 1943, que dirige hasta el final de su vida, con orientación de franquismo radical. Es también presidente de la Asociación de la Prensa de Ciudad Real y director de la Hoja del Lunes de Ciudad Real (1966-1969). Además, figura entre los agricultores principales de la provincia (Anuario comercial manchego, 1965-1966). En 1953 se le concede autorización para derivar aguas del río Guadiana, en término municipal de Fernancaballero (Ciudad Real), con destino al riego en finca de su propiedad (BOE, 9-7-1953). O sea, Gutiérrez Ortega es uno de los factótum de la dictadura en la provincia.

El Anuario español del Gran Mundo, en su edición de 1952, proporciona estos datos del primer director de Lanza: Delegado provincial del Instituto Nacional de Previsión, director del periódico Lanza, vicepresidente de la Diputación Provincial, fundador de la Falange granadina y del periódico Patria, ex jefe provincial del Movimiento de Ciudad Real, Cruz de Guerra, Medalla de la Campaña, Cruz Roja, Medalla de la Vieja Guardia, Medalla del Águila alemana.

Como muestra de la situación que se vive en la provincia, unos dos años antes de su fallecimiento, se puede recordar un ordeno y mando del entonces teniente general Camilo Alonso Vega, militar africanista, golpista y responsable de los campos de concentración en la posguerra. En una nota publicada por el Gobierno Civil de Ciudad Real se establece lo siguiente: “De orden del Excmo. señor ministro de la Gobernación, se recuerda la advertencia determinante de que desde las doce horas del Jueves día 23 del actual hasta la una hora del Domingo de Resurrección día 26, deberán suspenderse los espectáculos públicos, sin más excepción que los conciertos sacros, representaciones teatrales o cinematográficas de carácter eminentemente religioso u otros actos de índole análoga. Lo que se hace público a los efectos reglamentarios” (Lanza, 22.3.1967).

A fines de 1969 muere en Ciudad Real el director de Lanza y de Hoja del Lunes de Ciudad Real. Las condolencias se multiplican en el diario. En una de ellas, su amigo Conrado Carretero Zalacain escribe sobre uno de los principales protagonistas de las tres últimas décadas. Hace la siguiente fotografía: “Falangista viejo, Alférez Provisional, hombre cabal, fiel a su pasado y abierto al futuro, profundo cristiano y hombre de acción” (“Pepe Gutiérrez, íntimo”, Lanza, 7-12-1969).

Carlos María San Martín López (1969-1982)

El periodista conocido con el seudónimo de Kasama nace en Madrid en 1920. Estudia Humanidades en la Universidad Pontificia de Comillas (Santander) y Derecho en las universidades de Barcelona y Madrid. Voluntario en la guerra, tiene diversas condecoraciones y es teniente honorífico de Ejército.

Pertenece a la primera promoción de la Escuela Oficial de Periodismo, es colaborador y editorialista de Hierro (Bilbao, 1942). Miembro de la redacción fundadora de Lanza, es subdirector de 1943 a 1969 y director tras la muerte de Gutiérrez Ortega, hasta su jubilación en 1982, con 39 años de trabajo en el periódico. Durante algún tiempo ejerce la abogacía y forma parte del Colegio de Abogados de Ciudad Real.

Desempeña cargos como las jefaturas de la Obra de Educación y Descanso o Servicio de Formación Política del Frente de Juventudes y las delegaciones provinciales del Frente de Juventudes o Prensa, Propaganda y Radio del Movimiento. Además, es durante seis años concejal del Ayuntamiento de Ciudad Real, por el tercio de entidades, y por un tiempo presidente de la Asociación Católica de Padres de Familia del Colegio de Nuestra Señora del Prado. Al menos en los años 1958 y 1959 es profesor en el Instituto de Ciudad Real de idioma moderno, para los estudios nocturnos (BOE, 26-3-1958 y 5-3-1959).

Dirige en Ciudad Real el semanario deportivo Arco (1952-1967), del que es también propietario. En 1967 cambia su título por Alarcos y se edita hasta 1972. Y es subdirector de Hoja del Lunes de Ciudad Real entre 1969 y 1977. Colabora en Radio Ciudad Real y es corresponsal de varios medios, entre ellos el monárquico ABC. Su época como director de Lanza puede reconocerse con el franquismo “moderado” y, ya en la Transición, se identifica con su frase “Mis veinte razones para no votar marxista”. Muere en Ciudad Real el 2 de mayo de 2019, a los 98 años de edad.

Es autor de una historia de la publicación, Lanza, diario de La Mancha. Un periódico singular (Ciudad Real, 1985). Y de libros como El Deportivo Manchego de ayer y de hoy (Ciudad Real, 1950), Monseñor Hervás “El Obispo de los cursillos” (Estella, 1989) o Para andar el camino. Oraciones para Cuaresma, Semana Santa y Pascua (Madrid, 2001).

Jesús María Zuloaga López (1982-1986)

El franquismo templado termina con Zuloaga. Nace en Bilbao en 1950, en el seno de una familia muy relacionada con el periodismo. Hijo de Jesús María Zuloaga Zuloaga (1920-2009), hijo, padre y abuelo de periodistas. Se puede afirmar que está en la prensa desde su etapa colegial, con la revista del San Estanislao de Kostka. Estudia en la Escuela Oficial de Periodismo y después hace prácticas en diversos medios informativos.

Redactor de la agencia Europa Press entre 1974 y 1981, director de Lanza de 1982 a 1986, después trabaja en el diario ABC como redactor jefe. Y desde 1998 hasta marzo de 2022 es subdirector del diario ultraconservador La Razón. Especialista en asuntos relacionados con ETA, está en posesión de las cruces al Mérito de la Guardia Civil y de la Policía. Experto en informaciones sobre los primeros años que siguieron a la muerte del dictador, si hubiera que definir su paso por el diario de Ciudad Real con una palabra se puede decir que supuso la transición en Lanza.

Está en posesión de premios como el “Javier Bueno”, de la Asociación de la Prensa de Madrid (2007), o el “Habecu General Nieva”, concedido por la Hermandad de Amigos del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil, o la Medalla de Honor de la AVT “Cruz de la Dignidad” (2021).

En 2017 se considera que una información publicada en La Razón en 2013, daña el derecho al honor y la imagen del comisario Narciso Ortega Oliva, por lo que este lleva a los tribunales a Jesús María Zuloaga López, Francisco Marhuenda García y Audiovisual Española 2000, S. A. Tras una primera vista llegan los recursos de los periodistas y nuevos fallos condenatorios, hasta el del Tribunal Supremo, que sentencia el pago de costas judiciales y 30.000 euros, para reparar daños al demandante (Columna Cero, 5-5-2017).

José Antonio Casado Corrales (1986-1995)

Si Zuloaga representa la transición, Casado significa la llegada de la democracia al diario. Nace el 23 de marzo de 1943 en León. Estudia en un colegio de los Padres Paulinos, en Zalla (Vizcaya) y a los dieciocho años marcha a Roma, donde cursa Filosofía y Teología en la Universidad Gregoriana (Jesuitas) y en la Universidad Lateranense. Durante su estancia en Roma trabaja en los talleres tipográficos de Ediciones Paulinas, en la confección de una serie de revistas, entre las que destaca Famiglia Cristiana, la revista con mayor tirada en Italia, más de un millón de ejemplares por semana (Lanza, 23-3-1985).

Casado considera su experiencia en el sacerdocio muy positiva. En 1991 hace unas declaraciones a una revista en la que dice que la formación adquirida en el seminario “es muy buena, bastante amplia y con una gran cantidad de matices de carácter social. Los estudios de Filosofía proporcionan una panorámica que te lleva a buscar los últimos porqués, algo que en los tiempos modernos es muy útil plantearse” (Bisagra, 17 a 23-3-1991).

A su vuelta a España, en 1966, trabaja cinco años en la edición española de Familia Cristina y más tarde en una editorial privada. Obtiene la licenciatura en Ciencias de la Información y en 1978 se incorpora a la redacción de La Voz del Tajo, editada en Talavera de la Reina. Desarrolla, ya como director, una importante labor periodística, en un medio con abundante información regional. Dirige también en 1984 y 1985 el suplemento semanal titulado La Mujer Barbuda (números 0 a 46), aunque los últimos editados (47 a 57) lo son por José Retana. Se trata de una interesante publicación cultural, ilustrada, con contenidos variados y de calidad.

Forma parte también del proyecto que da vida al semanario El Manchego, que sale en Ciudad Real en 1980 y 1981, bajo la dirección de Manuel Muñoz Moreno. Y en 1985 se incorpora a la plantilla de Lanza como redactor jefe, con comunicado crítico por parte de la Asociación de la Prensa de Ciudad Real. A lo que Casado contesta que es la primera vez en la historia del periódico que un puesto se cubre por concurso público, afirmación que evita entrar en “detalles que no serían agradables para algunas personas promotoras del comunicado” (Lanza, 23-3-1985).

Tras la marcha de Zuloaga, se convierte en director en 1986. Además de dejar entrar la democracia en el diario, en su época hay que destacar el cambio del plomo al ordenador, la importante variación en la maqueta, el traslado de los talleres de la calle Libertad al edificio del antiguo Hospital y el intento de regionalizar el periódico. Sale de Lanza en 1996 y trabaja hasta su jubilación en el gabinete de prensa del Ayuntamiento de Manzanares.

Es autor de un magnífico libro titulado Paisajes provinciales a mediados de los noventa (Puertollano, 1996). También de otra historia del periódico, Lanza, cincuenta años de empresa informativa (Ciudad Real, 2015), resultado de su tesis doctoral, defendida en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.

Luis Antonio Navarrete Sosa (1995-1999)

Años únicos, hasta el momento, que el PP controla la Diputación Provincial y la Fundación Pública Diario Lanza. La Agrupación de Periodistas (UGT) difunde un comunicado en el que critica el despido de José Antonio Casado Corrales, director, y Enrique Martínez de la Casa, gerente. No se cuestiona la decisión del relevo en puestos de máxima responsabilidad, sí el despido de “trabajadores de la plantilla del diario” (Lanza, 6-1-1996).

El director elegido para pilotar el diario y cuidar de su contenido es Luis Antonio Navarrete Sosa. Etapa del cambio de imagen, de la entrada parcial del color y del fracaso, otra vez, de la privatización. Navarrete es licenciado en Ciencias de la Información (Periodismo), estudios que hace en la Universidad Complutense de Madrid entre 1984 y 1989. Desde 1991 hasta 1995 trabaja en la Cadena SER y es vicepresidente de la Agrupación de Periodistas de Ciudad Real, de la Federación de Comunicación, Espectáculos y Oficios Varios de UGT. En 1994, como jefe de informativos de la emisora, recibe el Premio de periodismo Agrario 1994, que le entrega Pedro Barato Triguero, presidente de ASAJA.

De la SER accede a la revista semanal Crónicas de La Mancha y en junio de 1995 a la jefatura del Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Ciudad Real, con el alcalde popular Francisco Gil Ortega, puesto en el que sustituye a Laura Espinar. El 22 de diciembre de 1995 es nombrado director del diario manchego por el Consejo de Administración de la Fundación Pública Diario Lanza, puesto en el que cuenta con Laura Espinar y Raúl Gratacós como adjuntos y Pedro Pintado como redactor jefe. Cesado en la dirección, tras el triunfo del PSOE en las elecciones de junio de 1999, en el año 2000 pone en funcionamiento en Ciudad Real la empresa Beta, dedicada a comunicación, marketing, diseño y tecnología.

Laura Espinar Sánchez (1999-2019)

Nace en Fernán Caballero y es licenciada en Ciencias de la Información (Periodismo), estudios que realiza en Universidad Complutense de Madrid de octubre de 1979 a junio de 1984. Comienza su actividad periodística en La Hoja del Lunes de Madrid. Trabaja en Lanza desde 1987, es redactora jefe de La Tribuna de Ciudad Real en los años 1992 y 1993 y jefa de prensa del Ayuntamiento de Ciudad Real en 1994 y 1995. Adjunta a la dirección de Lanza desde 1996 a 1999 y directora de ese año a 2020.

Forma parte de la junta directiva de la Asociación de Periodistas de Ciudad Real, de la que es en diferentes etapas presidenta, vicepresidenta y tesorera. Corresponsal en Ciudad Real y Castilla-La Mancha de cabeceras como El PaísEl Sol o La Vanguardia. A la vez, colabora en distintos medios de comunicación, participa en diferentes tertulias radiofónicas y en los jurados de numerosos premios culturales y periodísticos. Es miembro de la Academia de Ciencias Sociales y Humanidades de Castilla-La Mancha.

Cuenta Carlos María San Martín que la primera redactora de Lanza, la navarra Blanca Ferrer García, no llega hasta diciembre de 1971, aunque la primera mujer en plantilla es Carmen Serrano, secretaria con San Martín desde que se hace cargo de la dirección. La primera directora del diario es Laura Espinar, a partir del 22 de octubre de 1999. Y se mantiene en el puesto hasta 2020, con los adjuntos a la dirección Raúl Gratacós Santacruz y Carlos Muñoz de Luna.

Su etapa es la de puesta en funcionamiento en 2001 de la edición digital. El periódico en papel anuncia entonces el evento de esta manera: “Lanzadigital.com, la evolución del plomo al ciberespacio”. Es decir, tiene que pilotar la convivencia del papel con Internet y con la crisis de la España que se puso en marcha con la Transición. Y en octubre de 2011, gracias al acuerdo con el Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (UCLM), es posible el acceso a la colección del diario desde 1943 con búsquedas a texto completo.

Pero también la de la muerte del cotidiano en papel, que ocurre en mayo de 2017. La nueva fase de la Entidad Pública Empresarial Diario Lanza se presenta en el Paraninfo Luis Arroyo de la UCLM el 18 de mayo de 2017 y desde entonces, reestructurado, se puede leer la edición en papel, semanal y gratuita, a la vez que lanzadigital.com, diario digital, que se convierte “en uno mucho más potente y actualizado”. En el acto, dirigido por Raúl Gratacós, adjunto a la dirección de Lanza, intervienen diversas personalidades. La nueva etapa se presenta como “el futuro del periodismo en Ciudad Real”.

Conchi Sánchez Hernández (2020)

Nace en Palma de Mallorca en 1972. Se incorpora como redactora en prácticas en el año 1993 al diario La Tribuna de Ciudad Real, periódico que dirige entre 2002 y 2006. Desde ese año a 2015 trabaja como especialista en mensajes corporativos e institucionales en Multimedia Prensa y Comunicación S. L. En ese período, entre otros cometidos, gestiona la comunicación de la Feria Nacional del Vino –FENAVIN– y España Original.

Entre 2015 y 2017 es jefa de prensa en la Consejería de Economía, Empresas y Empleo. Vuelve a Multimedia Prensa y Comunicación en octubre de 2017 y allí permanece hasta diciembre de 2019. Y desde enero de 2020 es directora de Lanza, con los adjuntos a la dirección Raúl Gratacós Santacruz y Carlos Muñoz de Luna.

Codirectora de la revista digital Hypérbole (www.hyperbole.es), desde febrero de 2012 hasta la actualidad. Está dedicada al mundo de la cultura y se edita con el subtítulo de “intersecciones creativas”. En la reseña biográfica que figura en ella se puede leer lo siguiente: “Ha vivido lo suficiente para aprender que, si quieres seguir subiendo, a veces conviene tomar aliento y cambiar de escalera. Solo así se puede llegar a ser una de esas periodistas que siguen escribiendo, incluso cuando parece que no lo hacen, porque escribir no es una elección, es algo parecido a un destino”.

La UCLM reflexiona sobre la aportación de la región al Derecho

El presidente de la Academia de Ciencias Sociales y Humanidades de Castilla-La Mancha, el rector honorario de la UCLM Luis Arroyo, recalca que es la primera actividad que organizan en Toledo por la sección de Legislación y Jurisprudencia y que el tema es la legislación de Castilla La Mancha en estos 40 años. Explica que los ex presidentes de las Cortes, otros cargos y políticos en general siguen en plena actividad y produciendo «una capacidad tremenda en ciencias sociales y humanidades» y aunque muchos están retirados se quiere poner su conocimiento al servicio de la comunidad.

Agustín Conde indica que le parece interesante aprovechar el 40 aniversario de las Cortes regionales para plantear el debate sobre sus logros y hacer balance legislativo. Entiende que los ponentes aportarán sus perspectivas y por su parte hará una comparativa con otras comunidades autónomas y un análisis jurídico-político de cómo se puede ver a través de la legislación que se ha ido produciendo una lectura política de lo que subyace debajo.

El presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido, dice que tras las elecciones los nuevos legisladores tendrán que establecer el camino de las decisiones más importante y las leyes a seguir. Agradece la invitación y que se organice el debate intelectual para hacer balance de 40 años de actividad normativa y «para restablecer el oráculo de por dónde tiene que ir las cosas para que nuestra normativa sea eficaz y útil al servicio de los ciudadanos».

Sobre este punto Luis Arroyo opina que los ciudadanos aprecian más el Derecho cuando les crea problemas, como un cristal que solo «se ve cuando está sucio».

Dice que la fuerza de Europa no está en las materias primas sino en la razón del Derecho y recuerda que Castilla-La Mancha se ha constituido en entidad de forma modesta pero con acciones «titánicas» que se han podido realizar «porque existe el hecho autonómico y su Derecho», de forma que si los ciudadanos se paran a reflexionar está convencido de que se darán cuenta de que se han producido bastantes avances. Más aún, señala que desde Alfonso X el Sabio en la región no se había tenido un resultado de la misma altura.

Intervinieron también en la sesión Roberto Mayor Gómez, Belén López Donaire, Vicente Rouco Rodríguez, Joaquín Sánchez Garrido y Dolores Utrilla Fernández-BermejoLa Academia de Ciencias Sociales y Humanidades de Castilla-La Mancha ha organizado la Mesa redonda ‘El Derecho de la Comunidad Autónoma’ para debatir sobre lo que se ha aportado al Derecho desde la región, qué se ha innovado y qué se puede aprender de otros territorios para hacer un derecho mejor, según explica Miguel Ángel Collado, presidente de la sección de Legislación y Jurisprudencia de la Academia y moderador de este debate. Añade que es una mesa de reflexión con diferentes perspectivas en la que participan gente de la Universidad, de la jurisprudencia, de la política o «en que ha estado todas partes» (y señala a Agustín Conde: parlamentario, alcalde, secretario de Estado…).

 

Manuel Espadas Burgos, manchego universal y maestro de historiadores

Por Juan Sisinio Pérez Garzón

Publicado en el Diario Lanza el 22 de mayo de 2023

“Somos lo que damos”. Así, con este proverbio clásico, cabe definir la rectitud y generosidad de la vida de Manuel Espadas Burgos, que nos ha dejado la tarde del 21 de mayo en Madrid, su ciudad adoptiva.

En este “poblachón manchego”, capital de las Españas, pudo culminar su formación universitaria, porque en su tierra, en esta Mancha largamente silenciada, no existía la universidad a cuya creación tanto contribuiría en la década de 1980. Por eso ha querido venir a ser velado en Ciudad Real y tener las exequias de los justos en la parroquia de Santiago, rodeado del cariño de tantos paisanos y del arte de la iglesia con más historia, donde había sido bautizado.

Manuel Espadas realizó sus estudios universitarios de licenciatura y doctorado en la Universidad Complutense. Destacó de inmediato como intelectual especializado en historia y, muy joven, logró ser tanto Catedrático de secundaria como Investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, dedicado a la historia contemporánea. Desde este organismo desplegó hasta su jubilación un extraordinario trabajo, tan incansable como fructífero y enriquecedor. No hay espacio para enumerar sus extensos méritos y responsabilidades académicas. Baste resaltar una triple herencia.

En primer lugar, sus investigaciones, de una amplitud tan plural como rigurosa en todo momento han ocupado más de medio siglo de minucioso trabajo entre documentos, para desentrañar la complejidad de nuestro pasado y, en definitiva, para comprender nuestro presente. Los resultados han sido excepcionales y se confirman en cada uno de sus 30 libros y en sus más de 120 estudios publicados en revistas o en monografías colectivas. Hay que destacar sobre todo sus aportaciones al conocimiento de las relaciones internacionales de España durante los siglos XIX y XX, muy especialmente para la etapa franquista, así como sus contribuciones a la historia política (en concreto sobre el período de la Restauración y la crisis de 1898) y, sin duda, sus trabajos tan innovadores sobre la historia del Ejército español, que abrieron nuevas perspectivas metodológicas. Todo esto, sin olvidar su tierra manchega sobre la que publicó de modo constante, desde la Ciudad Real de la época de la Ilustración o la biografía del general Espartero hasta su valiosa reflexión sobre “Castilla-La Mancha como sujeto histórico”, escrita al filo del año 2000 con un análisis de indudable referencia.

Se suman más facetas en su investigación de las que, al menos, es inexcusable citar los estudios dedicados a las clases populares del Madrid del siglo XIX, con análisis pioneros para la historia social sobre el hambre, la mendicidad y los efectos de las epidemias. De igual modo destaca cuanto publicó sobre Italia durante su estancia en Roma como Director de la Escuela Española de Historia y Arqueología entre 1997 y 2006. Esta década en Roma le permitió estudiar aspectos inéditos de las relaciones entre Italia y España, con la Santa Sede como protagonista en gran parte de los casos, y abriendo su interés hacia una dimensión de historia cultural muy loable.

Este dato de la vida romana de Manuel Espadas ratifica otra importante cualidad de sus investigaciones: su dimensión internacional. Ha sido de la primera generación de historiadores que abrieron las compuertas de la historiografía española a las inquietudes y debates de la historiografía mundial. No por casualidad fue integrante activo del Comité español para los Congresos Internacionales de Ciencias Históricas que, inaugurados en La Haya en 1898, se han venido celebrando cada cinco años. Manuel Espadas comenzó su participación en la década de 1970, cuando además formalizó y encauzó el primer encuentro con historiadores de la URSS, tras el establecimiento de relaciones diplomáticas en 1977. Prueba del eco de su prestigio académico fue la distinción de la Orden de las Palmas Académicas concedida por la República Francesa.

Tales méritos fueron parejos a una entrega constante a la gestión científica en el CSIC, dirigiendo el Instituto de Historia y modernizando la publicación de la revista Hispania, de alta calidad académica. Ahora bien, semejante labor tuvo otra dimensión cuya herencia se mide por el impacto de su magisterio en la dirección de tesis doctorales. En todas ellas dejó su impronta de ecuanimidad analítica y de apertura de hipótesis que abrieran nuevos derroteros de investigación. Es legítimo reseñar ante todo que dirigió las tesis de tres profesores de la Universidad de Castilla-La Mancha, la de José María Barreda, historiadores y luego presidente del gobierno de Castilla-La Mancha, la del catedrático José G. Cayuela y la de quien firma este obituario. Pero hubo una veintena de tesis de historiadores tan prestigiosos como José Ramón Urquijo, Francisco Villacorta, Fernando Puell de la Villa, Rafael Núñez Florencio, Lorenzo Delgado Gómez-Escalonilla, Fernando García Sanz o Elena San Román.

Si las investigaciones de rango internacional y el magisterio formando valiosos historiadores constituyen herencias impagables, es de justicia subrayar una tercera cualidad: la magnanimidad en cada uno de los actos, ideas y afanes de Manuel Espadas. Se planteó siempre sus tareas científicas y sus responsabilidades académicas como alforja de esperanzas para una España y una Castilla-La Mancha con futuros de creciente progreso y justicia. Por eso se comprometió tanto con su tierra y arropó la creación de la Universidad regional. Su clarividencia científica estuvo acompañada de una generosidad sin límites y esto es un legado que nos compromete a muchos. Su memoria, sin duda, será el acicate para prolongar y ampliar sus aspiraciones.

En recuerdo de Manuel Espadas, maestro de historiadores

Por José María Barreda

Publicado en La Tribuna de Ciudad Real el 22 de mayo de 2023

Acabo de recibir la noticia y estoy desolado. Manolo Espadas fue para mí mucho más que mi maestro, fue la persona que me abrió sus brazos y me ofreció su amistad al mismo tiempo que me dirigía la tesis doctoral en el viejo caserón del Instituto de Historia del CSIC de la calle Medinaceli. Allí, por el «efecto llamada» de Manolo, coincidí con algunos manchegos como Jerónimo López Salazar y Juan Manuel Carretero, que fueron después catedráticos de Historia Moderna. También con Juan Sisinio Pérez Garzón, a quien dirigió la tesis, como en mi caso, sin prejuicios ideológicos, pues bien sabía él, humanista liberal, por donde respirábamos nosotros en aquellos  primeros años de los 70. Sisinio pasó de becario a brillante catedrático de Historia Contemporánea de la UCLM. Ya entonces, en las tertulias en el «Jerónimo Zurita», nombre del Instituto del CSIC, empezamos a «dibujar»  la  que luego, con la Autonomía de Castilla- La Mancha, sería nuestra Universidad. Manolo dirigió también la tesis a Francisco Alía, catedrático así mismo de Historia Contemporánea de la UCLM y, sin duda, uno de los mejores conocedores del pasado reciente de Ciudad Real. Dirigió muchas otras tesis, por eso es merecedor del título de maestro de historiadores. Manolo era tan buena persona que todos sus discípulos, además de tenerle respeto intelectual, le teníamos mucho cariño.

Manuel Espadas dirigió la revista Hispania y, además de ocuparse de orientar a «aprendices de historiadores», realizó una labor historiográfica muy notable cuya cita completa resultaría excesivamente larga en estas palabras de recuerdo, mencionaré sólo su libro sobre Alfonso XII y los orígenes de la Restauración y, por su vinculación con nuestra ciudad, su labor de coordinador de una magnífica Historia de Ciudad Real.

Manolo ejercía de manchego y siempre que sus paisanos le pedíamos algo era extraordinariamente generoso con su tiempo ayudando en todo lo que podía. Su vinculación con la cultura de la provincia le llevó a aceptar la presidencia del Instituto de Estudios Manchegos donde hizo una notable labor. Cuando ingresé en el IEM me apadrinó y fue el encargado de hacer el discurso de contestación, lo que hizo con un exceso de generosidad que le agradecí mucho.

Con su experiencia, también ayudó con sugerencias y observaciones en los momentos germinales de la creación de nuestra universidad, de la que formó parte de su Consejo Social. Recibió la Medalla de Oro de la institución y fue nombrado Doctor Honoris Causa, en cuya ceremonia tuve el honor de hacerle la laudatio.

Cada vez que tenía ocasión, se «escapaba» a su casa de La Atalaya donde ejercía de anfitrión ameno y divertido acompañado siempre por Nunci, su mujer y compañera de vida. Recuerdo las veladas de navidad en torno a la chimenea, junto al Belén que todos los años montaba con una gran ilusión, hablando del pasado y, como buen historiador, y no es un  juego de palabras, del presente y del futuro. Aprendí de él a respetar las ideas de los demás y cuando no se está de acuerdo con ellas a intentar rebatirlas con argumentos y razonamiento, nunca con exabruptos e insultos. Daba ejemplo con su espíritu abierto, dialogante y tolerante.

Durante la pasada pandemia sufrió un duro golpe con el fallecimiento de Nunci. Creo que los efectos de ese golpe han durado hasta su fallecimiento pues para él ella, con su simpatía y energía inagotable, era una extraordinaria compañera intelectual, personal, vital: el amor de su vida. El vacío fue demasiado grande.

Después de dirigir el Instituto de Historia del CSIC, durante varios años dirigió la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma donde dejó su impronta de intelectual y buen gestor. Durante su estancia en «la ciudad eterna», escribió un sugerente libro titulado Buscando a España en Roma, que tuve el honor de prologar, imprescindible para entender esa fascinante ciudad en clave española siguiendo las muchas huellas hispanas que se mantienen en la ciudad desde hace siglos. Es un libro producto de una rigurosa investigación que al tiempo resulta muy ameno.

Nunci y Manolo nos invitaron a mi mujer y a mí a su casa romana y tuvimos el privilegio de conocer una de las ciudades más bellas del mundo guiados por dos extraordinarios cicerones que nos la enseñaron en profundidad mientras aprendíamos y nos divertíamos con ellos. Una experiencia inolvidable.

Tampoco podré olvidar cuando, con ocasión del IV Centenario de la publicación de El Quijote, Manolo, como presidente de la Escuela Española, organizó junto a la Embajada y la RAI una lectura pública de la obra de Cervantes en el espacio espectacular de la colina del Campidoglio con la asistencia del alcalde de Roma, Walter Veltroni.

Pero por encima de todos sus méritos académicos y distinciones honoríficas todos los que le conocimos y tratamos lo recordaremos siempre como una excelente persona de una gran categoría humana.

Mis últimas palabras de este apresurado recordatorio son para sus hijos y su hija que no necesitan que nadie les diga que tuvieron unos padres maravillosos a quienes todos queremos y recordaremos. Como escribían en la antigua Roma: Que la tierra le sea leve.

Picasso y Alberto Sánchez

Publicado el 14 de abril de 2023 en La Tribuna de Toledo

Por Jesús Fuentes Lázaro

El día 8 de abril de 1973, habrán pasado  unos días cuando se publique este texto, de hace  cincuenta años, fallecía  Pablo Picasso en la finca llamada Nuestra Señora de la Vida (Notre-Dame-de Vie). Las televisiones  interrumpieron sus programaciones habituales para dar la noticia. El hombre, que más había transformado el arte desde el Renacimiento, desaparecía, dejando una obra inmensa. Su producción hiperactiva  le había acercado a todos los registros del arte, de los estilos y las técnicas, desde la pintura, la escultura, hasta la cerámica y otros oficios artesanales. Con la firma  de la defunción desaparecía el hombre y nacía el genio discutible y el pintor incuestionable.
El día 14 de octubre de 1962, tras una larga enfermedad, fallecía Alberto Sánchez en Moscú. Con ningún ruido mediático, como había vivido, desaparecía uno de «los precursores de muchos de los caminos formales de la escultura contemporánea», según escribía el corresponsal de un diario de Chile, al día siguiente de la noticia, once años antes de la muerte de Picasso. Ambos coincidirían en Pabellón Internacional de la República, en 1937, en París. Picasso con su  tremendo cuadro, titulado ‘Guernica’, que recogía la narración feroz de la guerra de España y de todas las  guerras de cualquier lugar y de cualquier época. El otro, Alberto, impactaba al visitante del pabellón español con un tótem utópico, titulado ‘El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella’. La obra de Alberto era un camino levantado en vertical, de 12,5  metros de alto, de los muchos que serpentean entre los surcos y los campos de cultivo de Castilla, según Luis Lacasa. El mismo narrador reproduce el encuentro entre Picasso Y Alberto.
Picasso preguntó a Alberto quién era para él el mejor escultor de la época. La  pregunta escondía trampa. Alberto, sin dudar, contestó, ‘Brancusi’.  Se produjo un silencio prolongado, hasta que Picasso contestó ‘no está mal’. Había superado la prueba. Alberto, con la misma intención, devolvió la pregunta a Picasso: «para usted, ¿cuál es el mejor escultor actual?» Picasso, sin dudar, respondió ‘Usted’. Picasso reforzaba la leyenda inicial de Alberto Sánchez. No fue una contestación de compromiso. Picasso no era un personaje para los halagos y menos a otros artistas. A nosotros corresponde  imaginar la emoción  interior  por la respuesta. Alberto admiraba la obra y estimaba a  Picasso.

La primavera ha venido

Publicado en El Decano de Guadalajara el 10 de abril de 2023

Por Antonio Marco

El lilo  ya ha florecido y esparcido su perfume delicado por el jardín, las primeras hojas del tilo se anuncian con fuerza incontenible, al laurel, siempre verde, no le cabe una flor más. La primavera ha venido. Aunque mitigada su diferencia por este tiempo tan raro, los equinoccios y solsticios nos siguen imponiendo su división del año solar en cuatro estaciones. Probablemente sean, al menos en nuestras latitudes, el verano y el otoño los menos diferenciados, pero el solsticio de invierno, celebrado con las fiestas de Navidad y año nuevo y la primavera con la Semana Santa, tienen una incidencia enorme en nuestros ritmos y ciclos de vida. Sin duda la luz, el sol, es el responsable de la muerte aparente y resurrección de toda la naturaleza. Porque esto es lo que apreciamos y vivimos en estos días: cómo la vida explosiona en primavera y cómo lentamente se va consumiendo en el otoño e invierno para volver a surgir de lo profundo de la tierra y reverdecer de nuevo.

El asociar este  vivir, morir y revivir de la naturaleza con el ciclo de la vida de los hombres fue el hallazgo feliz de las llamadas religiones de misterios, que creen que el hombre también nace, vive y muere en este mundo, pero renacerá después en otra vida, naturalmente más plena  y feliz que la terrena, siempre insegura. Así pensaban numerosas religiones en Oriente, en Egipto, en Grecia y Roma… El Cristianismo es una de ellas y acabamos de vivir estos “misterios” cristianos, concentrados en una semana, de una forma muy intensa en toda España, se crea o no se crea en estas cosas, y con una espectacularidad y colorido enraizados en la tradición, que atrae el interés y asombro de los ciudadanos, especialmente del turista extranjero.

Por una rara coincidencia veía yo en la televisión uno de estos días de Semana Santa, desde el cómodo sillón de mi salón, el paso de una procesión por las calles de Mérida, la ciudad fundada por los romanos en el año 25 antes de Cristo, para hacer más fácil la jubilación de sus soldados con los que habían terminado la conquista de la Península Ibérica. Colonia Emerita Augusta era su nombre, es decir, fundada por Augusto para sus soldados eméritos, que bien se merecían su descanso.

También por una rara coincidencia, la imponente cruz con Cristo en ella colgado, en su lenta procesión por las calles de Mérida aparece encuadrada en la pantalla a la altura de un bien visible letrero que dice PROSERPINA, y que sin duda es el nombre de un negocio o comercio de la ciudad actual. Quien haya estado en Mérida, visita siempre recomendable, conoce la presencia de todo lo antiguo romano en su vida de hoy. Proserpina, por ejemplo es el nombre del pantano que ya en la antigüedad suministraba agua a la ciudad. Pero, ¿quién era o es Proserpina?

Proserpina, o Perséfone en griego, era hija de la diosa madre Deméter, diosa de la verde naturaleza, de la fuerza vivificadora de los ciclos naturales de vida y muerte, diosa en consecuencia de la agricultura, identificada luego con la romana Ceres, de donde deriva cereal, nombre con el que designamos al grano constituido en alimento esencial de la humanidad.

En determinado momento, la joven muchacha Proserpina fue raptada por su tío el dios Plutón, el Hades griego, el dios del infierno, del mundo que está abajo, del inframundo, mientras estaba jugando con sus ninfas. Ciertamente, los dioses del panteón clásico eran con frecuencia poco ejemplares y abusaban de su enorme poder. Deméter, desesperada, la buscaba sin consuelo y mientras tanto la tierra interrumpió su ciclo de vida y crecimiento, y la tierra, estéril, no daba los frutos necesarios. Hades se negaba a devolver a la muchacha a la tierra, pero ante el desastre, que hoy llamaríamos ecológico, que se estaba produciendo, hubo de intervenir Zeus o Júpiter que obligó a Hades a devolverla a su madre, con la que pasaría seis meses al año, los otros seis en el inframundo. El mito, en este caso tan evidente, necesita poca explicación. La vida necesita la muerte para volver a la vida en un ciclo interminable. Esto es lo que conmemoraban los griegos en los famosos “misterios eleusinos”.

Por cierto, el próximo día 19 de este mes de abril se celebraban en Roma las fiestas Cerealia, dedicadas naturalmente a Ceres, la diosa romana identificada con Deméter, la diosa de la agricultura, de los cereales, como ya dije, la madre de Proserpina.

Que Cristo, dios de vida y muerte, que bajó a los infiernos para volver resucitado a la tierra, y Perséfone-Proserpina, diosa también de la vida y de la muerte que baja al infierno en invierno para volver en primavera, se encuentren todavía hoy, aunque circunstancialmente, en las calles de Mérida y la televisión capte el momento, tal vez no sea una coincidencia tan rara.

En el mundo existen actualmente unas 4200 religiones, todas con elementos muy semejantes y también con notables diferencias. En el mundo occidental son especialmente importantes el Cristianismo, el Islamismo y el Judaísmo; las dos primeras las más practicadas del planeta;  las tres monoteístas, y por tanto con pretensiones de exclusividad en cuanto a la verdad de su dios. Las tres comparten en un inestable equilibrio la ciudad de Jerusalén como ciudad santa. Las tres tienen un largo historial de enfrentamientos ideológicos y  bélicos de enorme crueldad. En este momento, en esta luna llena , primera después del equinoccio de primavera, que se celebra de manera tan especial, la tensión y violencia en Jerusalén y Palestina entre palestinos y judíos es máxima, con peligro de un inminente estallido como los producidos ya en otras múltiples ocasiones. No sólo hay motivos religiosos, desde luego, pero los dogmas impregnan toda la vida de estos pueblos y ayudan poco a la convivencia. Permítasenos a quienes sabemos que hemos de morir pero no tenemos ninguna seguridad de que hemos de resucitar, que seamos respetuosos con todas las religiones, si respetan los derechos humanos básicos, porque somos respetuosos con las personas y solo queremos la convivencia pacífica, pero también que no aceptemos  dogmas y mitos religiosos tan semejante y contradictorios al mismo tiempo y tan enfrentados entre sí. Mientras tanto seguiremos disfrutando de los mitos clásicos en tanto en cuanto sean narrativamente hermosos y nos ayuden a comprender algunas cosas de nuestra vida y pasado.

Alberto

Publicado en La Tribuna de Toledo el 3 de abril de 2023

He visitado la sala donde se expone la obra de Alberto Sánchez en el antiguo Convento de Santa Fe. Bienvenido sea que su obra vuelva a estar expuesta, pero creo que merece un más amplio espacio que el que ahora dispone. Parece que Toledo siempre tendrá una deuda con el escultor. He leído estos días bastantes cosas al respecto, pero hecho en falta recordar que fue Luis Alfredo Béjar Sacristán, quién, como concejal de Cultura de la primera Corporación Democrática, que tuve el honor de presidir, presentó una moción el 16 de abril de 1980 para hacer un homenaje a Alberto. Dicha moción fue aprobada por unanimidad (como era lo habitual en aquel momento) y se iniciaron los contactos con la viuda del escultor, Clara Sancha, y con su hijo Alcaén. Pasaron meses para tener todo preparado.
El 30 de octubre de 1982 se celebró el acto de homenaje, Clara y Alcaén vinieron a Toledo acompañados, entre otras personalidades, por Rafael Alberti. Después de la sesión plenaria en el Ayuntamiento, nos desplazamos a la calle de la Retama donde se descubrió una placa conmemorativa y se dedicó la plaza del mismo nombre al escultor. De allí seguimos al paseo de Merchán, donde se inauguró la escultura de ‘la Toledana’ obra de Alberto, reproducida por el también escultor toledano Cecilio Béjar.
Hubo varios detalles que quiero recordar. El primero es que Alcaén, agradeció al exgobernador civil de Toledo ,Thomas de Carranza, las gestiones que llevó a cabo para traer la obra de su padre desde Rusia a España, consiguiendo hacer la primera exposición en el Museo de Arte Contemporáneo. El segundo, fue el texto del discurso de Rafael Alberti, que, como no podía ser de otra manera, fue una pieza maravillosa de oratoria. Dicho texto me lo dedicó Alberti y hoy está depositado, como otros muchos documentos míos, en el archivo Municipal. Comimos en Venta de Aires donde Alberti recordó las muchas ocasiones que allí estuvo con los miembros de la Orden de Toledo.
Caja Toledo, entonces dirigida por Juan Molero y presidida por José Manuel Martín Chaves, hizo una tirada en resina de una pequeña pieza de Alberto. El Grupo Tolmo organizó una exposición del escultor, tanto de dibujos como de esculturas. Toledo empezaba a recuperar la memoria de quién, según Picasso «era un hombre grande nuestro Alberto». Ojalá Toledo no vuelva a dejar en el olvido a alguno de los suyos