Skip to content
Lecturas de Patrimonio: la Cueva de los Casares
Publicado por Antonio Herrera Casado 
el 3 de enero de 2023

Por Antonio Herrera Casado

Publicado en Los Escritos de Herrera Casado el 30 de diciembre de 2022

no de los más señalados monumentos de nuestra provincia, está siempre en la oscuridad, no hay forma de ponerle bombillas: se trata de la Cueva de los Casares, un auténtico santuario del arte rupestre paleolítico. La Cueva de los Casares está siempre llena de misterios. Entre las cien figuras talladas en la roca de su oscuro vientre, hay animales y hombres, hay vida retratada desde hace miles y miles de años. Y aparte de ser crónica de su tiempo, y templo propiciatorio, es también, muy posiblemente, el lugar donde aparece dibujado el mito más antiguo generado por la mente humana: el de la entrada en el caos de la muerte.

La cueva es monumento nacional y merecedora de una atenta visita. Le proviene el nombre de un antiguo poblado árabe que hubo en la ladera sobre la que aparece la cueva, y que se coronaba con gran torre o atalaya vigilante del valle, de arquitectura singular, pues su planta es cuadrada y tiene la entrada a gran altura, orientada al sur, sobre el acantilado, con arco apuntado interior y dos pisos con bóveda, en saledizo que se comunicaban por una escalera hoy perdida.

Aunque ya hace ya casi 100 años que se conoce la Cueva de los Casares (1928) y casi 90 que fue declarada Monumento Nacional (1935) este elemento patrimonial localizado en Riba de Saelices, aún es desconocida para la mayor parte de los habitantes de Guadalajara. La Cueva de los Casares, en las orillas del río Linares, a 1.162 metros de altitud sobre el nivel del mar, en lo alto de un fuerte recuesto rocoso, es una de las joyas patrimoniales de nuestra tierra, no sólo de Guadalajara provincia, sino de Castilla-La Mancha, y aún de España entera. Quien fue guía oficial de la cueva, Emilio Moreno Foved, me contó hace tiempo que eran más los extranjeros que acudían a visitarla, que españoles.

La Cueva de los Casares fue habitada por los hombres del Paleolítico Medio desde hace, al menos, 30.000 años. Los estudios de Antonio García Seror, a la espera de nuevas excavaciones y análisis más científicos con métodos que aún no se han puesto en marcha en este caso, hablan de “modernizarla” un tanto. Y podría acercarse esa fecha hasta los 10.000 años antes de Cristo. En esa época se calcula que hicieron sus grabados, en el discurso de ritos propiciatorios de victoria y fecundidad. A lo largo de los 264 metros de longitud/profundidad que tiene la Cueva de los Casares, se encuentran 168 grabados bien identificados y explicados, lo cual pone a Casares en la primera línea de las cuevas con contenido de arte paleolítico de todo el mundo. Aunque las de Peche y Atapuerca ofrecen también buen número de grabados, y otras muchas han ido apareciendo en los últimos decenios por la Península, ninguna iguala en cantidad, calidad y diversidad de temas a la de Riba de Saelices. Se encuentran en ella 9 escenas completas, 72 figuras aisladas, y 40 signos o trazos sueltos. Son 96 figuras claras de animales y 20 antropomorfos indiscutibles los que allí están tallados. De ellos son seguros 25 caballos, 17 ciervos, 1 reno, 6 uros o grandes toros, 8 cabras, 1 bisonte, 2 felinos, 1 rinoceronte lanudo, 1 mamut y un disfraz de mamut, 1 glotón, 1 comadreja, 1 nutria, 2 liebres, 1 ave, 1 serpiente y 21 peces. Entre los antropomorfos, surgen humanos en muy diversas actitudes: desde grupos tirándose al agua, hasta parejas en cópula, danzas rituales, enmascarados y una Venus o mujer de anchas caderas y enorme vientre, que entronca con el canon habitual paleolítico del matriarcado voluminoso. Además, múltiples signos entre los que abundan las mandorlas rayadas de vulvas, como símbolos de la reproducción y la sexualidad.

Fueron don Juan Cabré Aguiló y su hija Encarnación quienes, tras el descubrimiento de la Cueva por el maestro de la Riba, Rufo Martínez, y por el cronista provincial, Francisco Layna, se pusieron de inmediato a realizar el estudio de los grabados, mediante calcos, publicando en revistas de arte y arqueología sus hallazgos, que fueron progresivamente aplaudidos por el mundo científico. Beltrán y Barandiarán, de la Universidad de Zaragoza, años más tarde completaron el estudio con análisis estratigráficos, puramente arqueológicos de superficie. Y otros especialistas han ido a buscar, a medir, a interpretar. Hace 20 años, un núcleo de 25 personas que conformaban la Agrupación de Amigos de la Cueva de los Casares, y tras otro periodo de estudios, fotografías e investigaciones, llegaron a presentar el fruto de su dedicación en un libro fascinante (Aache, 2003).

Un zoológico paleolítico

En la larga galería de los Casares, sorprenden las imágenes grabadas de animales desaparecidos hace miles de años. Es cierto que allí se ven, clarísimos, los grandes mamuts del Paleolítico, que sin duda poblaban estas tierras frías del Ducado, y los uros gigantescos, sin olvidar el rinoceronte peludo (rinocherus tichorinus) que habitó por toda la Península Ibérica hasta finales del Solutrense, en los inicios de la última glaciación. Los más abundantes son los caballos, de los que se ven manadas, ejemplares sueltos, cabezas estilizadas y otras minuciosamente talladas, como retratos casi. Hay un glotón, animal perteneciente a la familia de los mustélidos, propio de los climas muy fríos. Su talla dataría de los finales momentos del Solutrense. El resto, como renos gigantes, una leona, liebres, cabras, un bisonte… eran animales a los que tenían que enfrentarse, en lucha y caza, los hombres que habitaban la Cueva de los Casares. En un clima realmente hostil, y con unas condiciones primitivas.

El mito de la zambullida en el caos

Muchos autores, desde remotos tiempos, han explicado la muerte del hombre como la entrada en un espacio caótico, húmedo, en el que los pájaros corren por debajo del agua, y los peces vuelan por el aire. Ese desorden, al que entra el hombre cuando muere, no es otro que el acabamiento de la vida. Los antiguos egipcios decían que la muerte era el cruce del gran río Nilo. En la orilla derecha vivían, en grandes palacios y ciudades, y en la orilla izquierda se enterraban, bajo inmensas montañas de pálidas rocas. El tránsito se hacía sobre el agua, en una barca. Y otro mitos, al parecer más modernos, decían que la muerte era una zambullida en el agua: el hombre desnudo, se lanza desde una roca hacia la masa de agua, que le espera, cuajada de peces, aves y animales. Así lo vemos en unas pinturas murales griegas de Paestum, en la Magna Grecia itálica, y en otras de origen etrusco, de Tarquinia.

Pues bien, esa misma imagen, aparece tallada en la pared de la Cueva de los Casares,  en el seno A, y cuenta con una antigüedad mucho mayor: 10.000 años al menos, quizás más, quizás 30.000. Podría ser. Lo que es seguro, es que se trata de la representación más remota de ese mito. Y ello nos lleva al corazón mismo del secreto de la Cueva: ¿Quiénes grabaron aquellas señales, aquellos perfiles, aquellas escenas? Primitivos cromañones que solo cazaban, comían y se reproducían? ¿O seres que tenían ya creado un complejo código de imágenes, de símbolos, de metáforas, y de teorías acerca de su existencia?

Esta es la teoría que desgrana Antonio García Seror en su libro “Ensayos sobre el Hombre” que con el subtítulo de “Arqueología, Antropología y Religión” editó AACHE en 2003, y en él ofrece, además de estudios curiosos sobre el Ejército Romano, la mujer en Mesopotamia, y visiones sobre el antisemitismo, San Pablo y San Agustín, una información muy amplia, y unas reflexiones muy novedosas, sobre la datación de la Cueva de los Casares, la composición de la sociedad que la habitaba, y el sentido último de sus grabados.

Entradas Recientes

Una tregua de paz para la Olimpiada de París

24 de abril de 2024

Pastor presenta su ‘Música a ciegas’ en Ciudad Real

17 de abril de 2024

Publicaciones: 40 años de legislación en Castilla- La Mancha

17 de abril de 2024

La Academia

12 de abril de 2024

Paren esas guerras de una vez

12 de abril de 2024

El espectáculo de la floración de los almendros en Toledo cada año va a más

10 de abril de 2024

La fuerte caída puede poner en riesgo el equilibrio financiero

7 de abril de 2024

La Academia de Ciencias Sociales inaugura capítulo en Toledo

7 de abril de 2024

El Museo de Albacete acoge ‘Instantes decisivos’

18 de marzo de 2024

Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!


Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Lecturas de Patrimonio: la Cueva de los Casares

Los datos de carácter personal obtenidos a través del sitio web www.uclm.es serán tratados conforme al REGLAMENTO (UE) 2016/679 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 27 de abril de 2016, relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos y por el que se deroga la Directiva 95/46/CE (Reglamento general de protección de datos), a la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, y al Código de Conducta de Protección de Datos de Carácter Personal de la Universidad de Castilla-La Mancha. Asimismo, se adoptan las medidas de índole técnica y organizativa necesarias para garantizar la seguridad de los datos personales tratados.

 

Responsable del tratamiento

La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), CIF Q1368009E, en el ámbito de sus competencias, presta el servicio público de la educación superior, mediante la docencia y el estudio, la investigación, la transferencia de conocimiento a la sociedad, la difusión de la cultura y la extensión universitaria.

Para la consecución de estos fines, se necesita obtener de los interesados datos de carácter personal y tratarlos de forma confidencial, quedando incorporados a la actividad de tratamiento de la UCLM que en cada caso corresponda.

Los interesados pueden consultar la relación actualizada de las actividades de tratamiento que la UCLM realiza.

 

Delegado de protección de datos

La UCLM ha nombrado a un delegado para la protección de los datos personales, quien, además de asesorar al responsable del tratamiento, supervisar el cumplimiento de la normativa reguladora de esta materia y ser el punto de contacto con la Agencia Española de Protección de Datos, tiene la función de facilitar a los interesados el ejercicio de los derechos que les asisten. Sus datos de contacto son:

Universidad de Castilla-La Mancha

Campus de Albacete

Plaza de la Universidad nº 2, 02071-Albacete

Correo electrónico: proteccion.datos@uclm.es

 

Finalidad de los tratamientos

La finalidad de los tratamientos de datos personales que realiza la UCLM se pueden consultar en el registro de actividades de tratamiento.

 

Base jurídica de los tratamientos

La UCLM tratará los datos personales para la prestación del servicio público de la educación superior, para la prestación de otros servicios relacionados con este fin y para el cumplimiento de obligaciones legales. Asimismo, podrá tratar datos cuya finalidad requiera el consentimiento informado del interesado, quien habrá de prestarlo mediante una clara acción afirmativa.

Se puede consultar la base jurídica de los tratamientos que realiza la UCLM en el registro de actividades de tratamiento.

 

Conservación de los datos personales

Los datos personales que trata la UCLM se conservarán durante el tiempo necesario para cumplir con la finalidad para la que fueron obtenidos, pudiéndose conservar también para la resolución de las posibles responsabilidades que se pudieran derivar de su tratamiento y con fines de archivo administrativo.

Se puede consultar el plazo de conservación de los datos personales en el registro de actividades de tratamiento.

 

Comunicación de los datos personales

Como regla general, los datos personales no se comunicarán a terceros sin el previo consentimiento de los interesados, salvo que exista una obligación legal y en los supuestos regulados en el artículo 13 del Código de conducta de protección de datos personales en la Universidad de CastillaLa Mancha.

Se puede consultar las comunicaciones de datos personales que realiza la UCLM en el registro de actividades de tratamiento.

 

Procedencia de los datos

Salvo excepciones, los datos personales son facilitados por los propios interesados o sus representantes.

Se puede consultar la procedencia de datos personales que trata la UCLM en el registro de actividades de tratamiento.

 

Derechos de los interesados

Los interesados pueden ejercer sus derechos de acceso, rectificación, supresión y limitación al tratamiento, y a la portabilidad de sus datos personales, a la oposición a su tratamiento y, en su caso, a no ser objeto de decisiones basadas únicamente en el tratamiento automatizado de sus datos, dirigiendo un escrito al Delegado de Protección de Datos de la UCLM, a la dirección de contacto arriba indicada, acompañando una copia del DNI o documento equivalente que acredite su identidad.

Asimismo, los intersados tienen derecho a presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos, a través de su dirección postal en la calle Jorge Juan nº 6, 28001-Madrid, o a través del siguiente enlace a su sede electrónica.

Suscripción a nuestro boletín

Rellena este formulario para recibir nuestras noticias directamente en tu email.