La inflación del Gobierno

Por Ángel Luis López Villaverde

Publicado en EL DIAdigital.es el 3 de octubre de 2023

Vivimos una inflación de información. La dependencia de las redes sociales, tan propicias para la circulación de bulos y noticias falsas, conduce a la llamada “infoxicación”. Demasiada información dificulta estar bien informados. A lo que hay que sumar otras taras de la era de la posverdad en que nos hemos instalado, las denominadas “burbujas epistémicas” y “cámaras de eco”. Son sintagmas a los que nos tendremos que acostumbrar porque explican muy bien los grupos herméticos, que se encierran en unas creencias y escuchan sólo las voces que les interesan, en el primer caso, y llegan a excluir a las que desprecian explícitamente, en el segundo.

Las burbujas aíslan y otorgan espacios de confort. En su seno se reafirman prejuicios y convicciones. Someterlos a examen, con argumentos discrepantes, resulta molesto. No están los tiempos para ello. Y, por bizarras que parezcan, las noticias que ratifican nuestros sesgos cognitivos adquieren rápidamente la credibilidad negada a las perjudiciales. No hace falta ni contrastarlas. Que la realidad no estropee un buen titular.

Posverdad, era digital y guerra cultural son fenómenos que se retroalimentan. La batalla que mantiene la ultraderecha contra los valores progresistas y democráticos no da tregua y trasciende el marco nacional y europeo. Ha elaborado una narrativa que incluye en el mismo combo su denuncia contra el “falso” feminismo y contra el “lobby” LGTBi, su negación del cambio climático y su criminalización de la inmigración. Unos valores que vinculan, en su jerga, al adoctrinamiento de la dictadura “progre” o “de las minorías”. Una lucha cuyo campo preferido son las redes sociales y los medios de comunicación. Es la llamada “fachosfera”, una potente “cámara de eco”, que en España se acompaña de una retórica “antisanchista” y se reviste de un revisionismo de la memoria democrática como remate del pack. En ese maremágnum, cualquier desgracia se le endosa al “felón”, por acción u omisión, sea una pandemia, un volcán o una cesta de la compra desbocada. Da igual que sea un fenómeno global. ¡Qué importa! Los malos tragos se digieren mejor si se envuelven en un buen sucedáneo o en un placebo. Las teorías de la conspiración permiten superar la impotencia de un mundo cuya comprensión se nos escapa, sean las relaciones entre humanos o con la Naturaleza. Así se encaja mejor la subida del aceite de oliva, del gas o del gasoil. Y, aunque sea cada vez más intergeneracional, este relato cala con especial intensidad entre los jóvenes, al presentarse como transgresor y rebelde.

Este preámbulo viene a colación de una conversación telefónica mantenida recientemente. Llamé a una de las gestorías con las que tengo relación para saber cuánto me subiría la prima de un seguro, cuya renovación se acerca. Me contestaron que se incrementará lo básico: la “inflación del gobierno”. No sé exactamente con quién hablé, pues no reconocí la voz. Pero me quedé en shock. “Inflación” significa abundancia excesiva, en una de las acepciones que reconoce la RAE; y una elevación del nivel general de precios, en su significado económico. En esta segunda, ha sido habitualmente considerada un impuesto, calificado de “oculto” o “de los pobres”. Nunca había oído esa expresión, con una frase preposicional que actúa de complemento del sustantivo “inflación”: “del gobierno”. Pero para eso están las burbujas. Y alimentada, en este caso, por una opción política que necesitaba echar a gorrazos a un presidente tachado de “ilegítimo”, para darle más credibilidad al argumentario.

Que me perdonen los economistas porque hablaré en román paladino, al no ser uno de ellos. La inflación puede deberse a factores de oferta –al incremento de los costos, de los “inputs”— o de demanda –cuando las ventas superan la capacidad de producción—. Los gobiernos pueden controlarla a través de la política monetaria, recurriendo a la emisión de moneda o tocando los tipos de interés. No obstante, tanto el Ejecutivo español como el de cualquier otro de país de la eurozona tiene muy limitado su margen de maniobra en este campo, pues aquélla depende del Banco Central Europeo, que es quien sube o baja los tipos de interés o de cambio. Que se lo digan a los hipotecados con hipotecas variables. Los gobiernos pueden reducir precios bajando determinados impuestos indirectos, como el IVA. Es lo que ocurrió el año pasado durante unos meses con los carburantes y sigue vigente con alimentos de primera necesidad. Sin embargo, no pueden tocar el precio del dinero o la emisión de euros. No es su competencia. Por tanto, se puede hablar de medidas gubernamentales para controlar la inflación, pero no existe la “inflación del gobierno”. Evidentemente, mi seguro sube porque lo ha hecho el IPC. Y en España se ha incrementado por debajo de la media europea. Lo que me dice mi agente de seguros es grotesco. Pero para qué voy persuadirle de que corrija tal despropósito si es fruto de un mantra que, de tanto escucharlo, ha transmutado en veraz. Por su formación, mi gestor debiera saber que le sobra la frase proposicional en la justificación de mi nueva tarifa. No obstante, estará encerrado en una “cámara de eco” de la que será incapaz de librarse. Y así se infla la burbuja. Otro cliente, al oírlo, lo dará por hecho y aumentará su indignación contra “Falconetti”, otro de los apodos más top de la “fachosfera”.

Los políticos saben que vivimos en burbujas epistémicas. Las explotan y, si es menester, las crean. Acabamos de tener un claro ejemplo. El candidato cuya investidura ha rechazado el Congreso ha convertido la necesidad en virtud y presentado su derrota parlamentaria con un falso dilema, confundiendo deseo con realidad: que no gobierna porque no quiere, no porque no puede. Basta con recordar la intervención del portavoz del PNV para desmontarlo. Una táctica de la confusión que estrenó desde su desembarco en la presidencia de su partido, diciendo que el Gobierno –al que los suyos venían tildando de “ilegítimo” desde su génesis— se estaba “forrando” con la recaudación de los impuestos a causa de la inflación. Sabía que era un argumento falaz, pero persuasivo. Venía de haber presidido durante trece años una Comunidad Autónoma que, de haber ocurrido lo que denunciaba, se hubiera “forrado” igualmente. Buscaba crear el marco adecuado. Y lo consiguió. ¿Cómo no va a hablar mi agente de seguros de “inflación del gobierno” si el inquilino de La Moncloa “se ha forrado”. Desde ese momento, pasa a ser un “impuesto del gobierno”. Uno más. Y así, a base repetir noticias con apariencia de realidad, pero que no eran reales, para diferenciar a los españoles “buenos” de los “malos” ha logrado una inflación de aplausos entre los suyos, pero ha fracasado en su principal propósito, la presidencia del Ejecutivo. Tras la derrota parlamentaria, ha seguido insistiendo en su victoria electoral. Impasible el ademán, dice que ha salido fortalecido. Efectivamente, se ganado una segunda oportunidad en caso de repetición electoral o de estrangulamiento de la legislatura. No es poco, visto lo visto, tras la primera digestión de la noche electoral. Pero la legislatura podría alargarse más de lo previsto. Y fuera del poder hace frío. Demasiado. Su antecesor fue despedido con un solemne aplauso en sede parlamentaria, tras ser “embestido” por los suyos, que perdieron la paciencia y lo ejecutaron políticamente en plaza pública. A quien hoy aplauden mañana pueden repudiar u olvidar. Es ley de la política, con minúsculas. Que se hayan sucedido tres presidentes en cinco años al frente la principal organización de la derecha española supone una inflación de cargos para un partido “de orden”. Un número muy por encima de sus posibilidades.

María José Romero Rodenas, premio CERMI en Investigación Social y Científica

Publicado por el Gabinete Comunicación UCLM. Albacete, 29 de septiembre de 2023

La profesora de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y directora académica del Libro Blanco de Empleo y Discapacidad, María José Romero Rodenas, ha sido reconocida con el Premio CERMI en la categoría de Investigación Social y Científica. El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha reconocido también en otras categorías a personalidades como la comisaria europea para la igualdad, Helena Dalli; o el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), la plataforma de representación, defensa y acción de la ciudadanía española con discapacidad, ha concedido uno de sus premios anuales a la catedrática de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) María José Romero Ródenas en la categoría Investigación Social y Científica. El jurado considera que la profesora es merecedora de este galardón “por su labor como directora académica del Libro Blanco sobre Empleo y discapacidad, que unido a su perfil académico ha supuesto una gran contribución al avance social y científico para el empleo de las personas con discapacidad en nuestro país”.

Los premios CERMI reconocen las iniciativas, acciones y labor de personas o instituciones que más se hayan distinguido en favor de los derechos humanos, la participación comunitaria, la inclusión y el bienestar de las personas con discapacidad y de sus familias. En distintas categorías, y junto a la profesora Romero Rodenas, han sido galardonadas en esta vigésimo primera edición otras personalidades o iniciativas como la comisaria europea para la igualdad, Helena Dalli, el exsecretario general de la Cruz Roja Española y exvicepresidente de la Plataforma del Tercer Sector, Leopoldo Pérez Suárez; el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida o la Galería de las Colecciones Reales, de Patrimonio Nacional.

El órgano de Torre de Juan Abad

Por Diego Peris

Publicado en el diario Lanza el 24 de septiembre de 2023

En la arquitectura, como en muchas de las artes en estos momentos, se valora la imagen como elemento esencial. Se proyectan edificios buscando una especial significación visual reproducida en fotografías, vídeos y diferentes publicaciones. Pero la buena arquitectura es una arquitectura de los sentidos, que implica la totalidad de la persona con sus cinco sentidos. Y cuando la arquitectura es capaz de hacernos sentir de esta forma global su presencia descubrimos nuevos valores y nuevas experiencias que deben estar presentes en los espacios que es capaz de configurar.

La iglesia de Nuestra Señora de los Olmos

La iglesia de Torre de Juan Abad está dedicada a Ntra. Sra. de los Olmos, en referencia a la abundancia de estos árboles, en otros momentos, en torno a la población. En sus orígenes fue una pequeña capilla de planta rectangular que ya existía en 1243. Una iglesia creada por la Orden de Santiago, que deja la cruz-espada característica de la Orden en los frontones del templo. La traza actual data del siglo XV, aunque su mayor parte es de los siglos XVI y XVII, con predominio de estructuras renacentistas y diferentes reformas hasta el siglo XVIII. Una iglesia de 648 metros cuadrados de superficie con una torre de 6,45 metros de lado en uno de sus extremos, coronada con una forma piramidal, y un espacio de planta rectangular de 23 por 11,60 metros de ancho que se remata en la zona del presbiterio con una zona que se abre lateralmente con un nuevo espacio. Medidas y proporciones que establecen el ritmo de sus diferentes ámbitos y permiten la calidad de la visión equilibrada de su espacio interior.

Un edificio en el que su imagen estaba también acompañada de llamadas a los sentidos. El sonido ya formaba parte de la iglesia inicial con sus campanas, que se conservan: Ntra. Sra. de los Olmos (orientada al Sur), María de la Vega (Oeste), Ave María Gratia Plena (Norte) y Sara -anteriormente en 1595, Jesús- (Este). El volumen final de planta rectangular se refuerza con contrafuertes en ambas direcciones reforzando así los empujes de la cubierta y definiendo una forma singular en el exterior.

Los materiales de su construcción, las rocas elegidas hacen una llamada al sentido del tacto. El pórtico principal del mediodía es renacentista y está realizado en una arenisca roja erosionada y desgastada por el tiempo. Las columnas son de roca arenisca con un jaspeado que nos anima a sentir el tacto de sus formas. Materias que hablan del paso del tiempo, de la actuación del agua y el viento sobre un material frágil.

El retablo

En su interior, su frente, tiene la belleza y la calidad del retablo que ocupa ese lugar privilegiado. El retablo mayor, transición del Renacimiento al Barroco, es de madera tallada y policromada, con tres cuerpos y tres calles, con alternancia de frontones curvos y triangulares. Tiene doce esculturas de talla entera de los Apóstoles. En la zona superior, cubriendo el conjunto hay un artesonado de madera decorada. El color de la decoración de la cubierta de esta zona completa el conjunto con sus dibujos sencillos en los casetones acogiendo la grandeza de la talla de madera del retablo. Un trabajo encargado el 11 de abril de 1589 al escultor y arquitecto Francisco Cano, residente en Villanueva de los Infantes. En la iglesia de San Andrés de Villanueva de los Infantes que se atribuyó en algún momento a Juan de Herrera, se ha documentado la intervención de Francisco Cano, vecino de Infantes y que influyó de manera decisiva en la arquitectura local y de todo el Campo de Montiel. Probablemente era pariente del escultor Miguel Cano, padre de Alonso Cano, oriundo de Almagro y nacido en Almodóvar del Campo.

Los frescos de las columnas del presbiterio representan a mujeres bíblicas (Ruth, Esther, Judit…) y en las pechinas del crucero se encuentran pintados los cuatro evangelistas. Completan el conjunto dos retablillos neoclásicos, dos retablos pequeños renacentistas procedentes de las muchas ermitas existentes en siglos y, en el crucero, dos retablos medianos barrocos, de los pocos que se conservan en la provincia.

Ahora son la madera y las pinturas las que hacen la llamada a la vista, pero también a la sensación de calidez a una visión de atractivo y de contraste con la piedra de otras partes del templo. Una composición de una dinámica especial con la presencia de dos figuras exentas en los lados en el cuerpo superior, el arco rematado con el frontón triangular y la figura radiante de su final superior que parece expandirse por el techo policromado.

Música de órgano en la iglesia

Uno de los mayores atractivos de la iglesia es su Órgano Histórico. Uno de los tres órganos más antiguos de la Península Ibérica conocido mundialmente. Construido por Gaspar de la Redonda Zeballos, en 1763, conserva prácticamente todo el material original. Celebra por ello su 260 aniversario de existencia. Es un órgano de un teclado manual de 45 notas, octava corta, ocho pisas de contras de 13 palmos, tambor, pedal de expresión para el registro de violines y dos rodilleras para la activación de la trompetería horizontal o de batalla. Las diferentes trompetas del órgano consiguen una presencia sonora singular en el conjunto de la iglesia. No siempre los espacios religiosos diseñados desde la pura forma arquitectónica tienen una acústica adecuada.

“Téngase en gran estima en la Iglesia latina el órgano de tubos, cuyo sonido puede aportar un esplendor notable a las ceremonias eclesiásticas y levantar poderosamente las almas hacia Dios y hacia las realidades celestiales”. Y, por ello, desde hace 23 años la música se convirtió en protagonista del espacio de la iglesia de Nuestra Señora de los Olmos. Organistas de primer nivel desarrollan durante meses conciertos de órgano en la iglesia. Su párroco, Urbano Patón Villareal, con la colaboración de diferentes administraciones organiza cada año una serie de conciertos de primer nivel.

Este año Jesús Fernando Ruiz García, Joris Verdin, Margarita Lomas y Francisco Ortega, Jan Vermeire y la Schola gregoriana Idesbaldus, Francis Chapelet y Uriel Valadeau, Francisco Javier Santos Merino y Ángel Montero Herrero, Arturo Barba Sevillano y Anton Shlaruk harán posible de nuevo que la arquitectura sea también sonido. Una oportunidad de disfrutar de una música especial y de hacerlo en un ámbito en el que resuena la presencia de una percepción que atañe a todos nuestros sentidos en ese espacio interior de la iglesia de Nuestra Señora de los Olmos.

El tiempo

El paso del tiempo parece condensarse en este espacio religioso en el que resuena la trompetería del órgano. 434 años del encargo del retablo a Alonso Cano, 260 años de la existencia del órgano diseñado por Gaspar de la Redonda Zeballos, años desde que Alan Faye lo restaurara para hacer posible que este año se celebre el XXII ciclo de conciertos en la iglesia de Torre de Juan Abad. Una presencia sonora que parece condensar ese paso de siglos reunido en las sensaciones de su arquitectura, la escultura y pintura de su retablo y los valores sonoros emitidos desde sus múltiples tubos, revestidos en ocasiones de las partituras que definen sus notas que resuenan en el espacio religioso.

Memoria

Por Diego Peris

Publicado en el diario Lanza el 10 de septiembre de 2023

La muerte sigue siendo esa realidad que rompe el ritmo de nuestras vidas, que nos llega de forma impetuosa y nos hace cuestionar todo aquello que consideramos importante en nuestra vida cotidiana. Un acontecimiento que no somos capaces de explicar, ni entender, ni asumir cuando nos atañe de cerca, cuando se refiere a alguien que conocemos, que sabemos lleno de vitalidad y de proyectos.

Vencer la muerte

La muerte del héroe es uno de los hilos que tejen la trama de la obra de Homero. La Ilíada abunda en escenas en las que los héroes mueren unos a manos de otros. Y son conscientes de que vencer la muerte, es vivir en la memoria. La única posibilidad de superarla es lograr que ese hecho individual se integre en el espacio colectivo de la fama, de la memoria de los hombres. Y por ello su gran lucha es la de ser recordados, permanecer en la memoria de la comunidad.
Pero para ello hay que haber sido capaz de realizar la vida con la dignidad necesaria, haberse comprometido con la acción de su trabajo, en la construcción de la comunidad, en la ejecución de proyectos que mejoran la vida colectiva. Porque en esa tarea es en la que será recordado y por ello se mantendrá su memoria. La victoria sobre la muerte se construye en la vida, en cada proyecto y en cada compromiso común. Esa es nuestra parte de lucha para vencerla, construir la vida con dignidad y alegría.

Dejar la memoria de las cosas

Cuando Alina habla con su abuelo en el cuento de Martín Gaite y pregunta `cómo era su abuela, le responden: Brava, hija, valiente como un hombre. Tenía cáncer y nadie lo supo. Se reía. Y además murió tranquila. Claro porque yo me quedaba con lo de ella ¿me entiendes? – con los recuerdos de ella -quiero decir-. Que para alguien no se habían vuelto todavía inservibles. Lo mío es distinto, porque yo la llave de mis cosas, de mi memoria, ¿a quién se la dejo?
Hay proyectos que deben continuarse que son esa memoria que nos dejan los que ya no viven con nosotros y que sabemos que son parte de lo que han comenzado a realizar. Y en ese saber que se continuarán se sabe que se deja la memoria para que otros la mantengan, la completen, sabiendo que tiene su origen y su inicio en aquel que ya ha muerto. Los primeros testigos son los más próximos aquellos que han vivido de cerca las experiencias de cada día, sobre todo de su vida personal, aunque también su vida profesional cuando tiene una dimensión pública. Ese saber recoger la memoria de los que nos han precedido es una buena forma de mantenerlos vivos.

La Memoria y la Muerte

Panero escribía en 2010 con una especial tristeza su libro de poemas: La Memoria y la muerte. Días sin huella: He visto el mar por la mañana/retorcerse y saltar/-verde negro y espumas en el viento-/bajo las primeras lluvias de noviembre./En el silencio de mi casa/escucho el crepitar del fuego,/ miro ceniza y brasa, danza de llamas./ Sobre la chimenea, algunos libros/ recuerdan otros tiempos, adornos/ que disimulan una pasión perdida./ Ni grandeza ni miseria ni escogidas palabras,/ solo entre paredes blancas,/ fantasma solo en este pueblo de fantasmas./ Naturaleza, otoño y nada me acompañan/ mientras el frío se pega en los cristales,/ deja un vaho helado en las ventanas./ El día sigue su transcurrir inútil/ y sereno y se pierde en la noche./ Nadie me acerca, ninguna sombra, a mi vida,/tampoco estoy escribiendo mi epitafio,/hablo con dolor resignado sobre días sin huella.
Una sensación de tristeza y desamparo que no podemos dejar de tener, de vivir cuando alguien muere. La Memoria no es ni sensación ni noción, sino una forma de ser, una pasión o afección de ellas, cuando ha pasado el tiempo. No hay memoria en el ahora, sino que de lo presente hay sensación, de lo porvenir hay esperanza, de lo pasado memoria. Por ello, toda memoria es tiempo y, en consecuencia, sólo, entre los animales, aquellos que sienten el tiempo son los que tienen memoria y pueden recordar. Sentir el tiempo, tener noción del tiempo es el especial privilegio de los seres humanos dice Emilio Lledó. La muerte nos interpela sobre el tiempo, sobre el trascurrir de nuestras vidas y el de las personas que conocemos y apreciamos especialmente.

La muerte y la vida que continúa

Julian Barnes escribía su libro después de la muerte de su esposa. Un texto extraño con tres capítulos diferentes sobre globos aerostáticos, amores y la tercera parte una reflexión sobre la muerte de su esposa. Un conjunto de pensamientos que se plantea en medio de su tristeza y de su deseo de acabar con todo, abatido por la pérdida de la persona que amaba. Sólo en la música va encontrando, poco a poco, el consuelo de un sentimiento nuevo, descubierto en la paz y el equilibrio de escuchar.
Y en un momento se hace una extraña reflexión sobre si continuar viviendo cuando su esposa ha muerto tiene sentido. Y acaba diciendo: Me tomó un tiempo, pero recuerdo el momento, o más bien el argumento que llegó de pronto, cuando yo pensaba en quitarme la vida. Fui consciente de que, si ella estaba viva, lo estaba en mi memoria. Naturalmente permanecía poderosamente en la memoria de otras personas, pero yo, su marido, era el principal responsable de su recuerdo. Si estaba en alguna parte, estaba dentro de mí.  Y después de estas reflexiones se pregunta ¿Cómo puedo yo vivir ahora? Debo vivir como ella hubiera querido que lo hiciera. Una curiosa llamada a la vida de los que permanecen con la voluntad de mantener su memoria y con la voluntad de conservar la fuerza y la alegría que ella tenía.

Lo que sobrevivirá es el amor

La muerte de una persona cercana, joven, llena de vitalidad y de proyectos como Conchi nos interpela sobre muchas de nuestras ideas y actitudes. Y es el momento en que muchos reconocen los valores de su actividad profesional y personal. Es importante ese reconocimiento que desde muchos ámbitos de la sociedad se hace de su buen trabajo y sobre todo de su alegría vital. Una impresión que afecta a muchos desde diferentes vivencias personales, desde perspectivas y relaciones diferentes, pero que evidencia la fuerza de su carácter, de su personalidad y la de una vitalidad desbordante que sirve de ejemplo y referencia. Es buena, o mejor es esencial, la presencia de personas amables, comprometidas y que desarrollen su actividad con alegría.
El arquitecto y poeta Joan Margarit escribe, saltándose las normas dice, un libro de poemas sobre la muerte de su hija a la que ha estado íntimamente unido. Un conjunto de poemas de una tristeza profunda por la pérdida de alguien cercano con quien ha vivido unido largos años con la esperanza de superar la enfermedad. Y lo introduce con la cita de Philip Larkin, bibliotecario y poeta que escribe, dicen sus críticos, con una exactitud melancólica y muy inglesa para tratar las emociones, los lugares y las relaciones
“Lo que sobrevivirá de nosotras es el amor” dice  Larkin.

¿Devolver el oro de Moscú? La guerra y la UE

Por Luis Arroyo Zapatero

Publicado en La Tribuna de Ciudad Real el 18 de septiembre de 2023

La guerra es un monstruo que siempre comporta atrocidades. Hoy la tenemos bien presente todos los días y a las atrocidades también. Francisco de Goya advertía contra los sueños que, sin la razón, producen monstruos. La guerra de Ucrania está producida por los sueños del nacionalismo y el imperialismo, dos verdaderos monstruos.
Ante las atrocidades que siguen a esta guerra de agresión contra Ucrania es necesario esclarecer las tareas que debe llevar a cabo la Unión Europea en términos de política jurídica y criminal. Y lo primero que nos dice la criminología es que la impunidad de las atrocidades es el más fuerte factor criminógeno, por lo cual es imprescindible someter cuando toque a los responsables de esta guerra y de su modo de conducción a la justicia penal, bien a la Corte Penal Internacional, bien a una Corte internacional ad hoc, bien a un Tribunal ucraniano internacionalizado con la cooperación de la Unión Europea.
La Unión Europea no tiene alternativa a la entrega de armas a los ucranianos y a la política de sanciones contra el agresor. Mejor dicho, la única alternativa sería la movilización y la guerra, pues no es soportable someterse a una política imperialista bélica, cuyos límites se desconocen y que sería fuentes de nuevos peligros y guerras. La única alternativa verdadera a entrar en la guerra es proporcionar armamento a un pueblo que se levantó en armas en su día en legítima defensa y aplicar sanciones económicas. Pero estas, de no cesar la guerra, deberían convertirse en sanciones definitivas, con fondos y bienes confiscables y destinados a indemnizar al país víctima, a ayudar a su reconstrucción y a financiar los compromisos financieros en que la UE ha incurrido para financiar el armamento y la solidaridad con los desplazados, más los que sean necesarios para estimular su desarrollo. Pero para garantizarlo jurídicamente hay que incluir la guerra de agresión y los crímenes de guerra entre los delitos que justifican la adopción de medidas restrictivas en el Reglamento 2020/1998, llamado la ley Magnisky europea, y disponer en éste la confiscación de bienes y valores. Lo mismo hay que hacer en las propuestas de Directiva de embargo y comiso y de armonización de los delitos de elusión de las medidas que se discuten estos días en Bruselas.
En definitiva, la Unión Europea debe hacer frente al reto de diseñar la calificación jurídica de las infracciones del Derecho nacional e Internacional a las que se quiere hacer combatir. Si no se hace así, se corre el riesgo jurídico de que, termine la guerra como termine, al final habría que devolver a los rusos todos los fondos embargados y eso, además de absurdo, sería una insensatez. Además, debería hacerse una armonización en la investigación criminal adscribiendo estos delitos nuevos al Fiscal europeo. Son tareas para la presidencia española del Consejo Europeo, que no se acaban aquí, pues también vinculado a la guerra aparece la ampliación de tratamiento del discurso del odio y el combate de las fake news, fenómenos ambos que constituyen hoy armas de guerra. El oro de Moscú no se debe devolver.

Migrar es para siempre

Por Diego Peris

Publicado en el diario Lanza el 17 de septiembre de 2023

Relatos ocultos y complejos del fenómeno de la migración en España

La realidad de la migración en nuestro país conforma un hecho social especialmente significativo. En la actualidad según los datos del I.N.E, viven en España 6.227.092 personas procedentes de otros países. El colectivo Todo por la praxis (Diego Peris López y Jo Muñoz) realizaron durante dos años un estudio de esta realidad desde una perspectiva singular.

La comida como referente

Migrar es para siempre es un proyecto que desarrolló un trabajo con seis personas migrantes que solicitaron asilo al país y que trabajaban en los comedores del CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado). A través de ellos se pudieron oír voces diferentes que narraban el trauma y los duelos que acompañan estos desplazamientos,

Sus escritos contando sus experiencias suponían una nueva visión del proceso personal que cada uno había experimentado dando un nuevo sentido a palabras como asilo, refugiado y migración. Los relatos se hicieron realidad compartiendo comidas, discutiendo, dialogando y tratando de entender su experiencia. A partir de esta convivencia se seleccionaron una serie de frases que serían la base del proyecto visual del trabajo realizado.

Desde marzo de 2022 se desarrolló un trabajo para conocer los relatos ocultos y complejos del fenómeno de la migración en España. Cinco personas trabajadores de la empresa de inserción CAUSA que son cocineros en los centros de Madrid de CEAR contaron su historia personal, su experiencia. Cinco voces distintas a través de las cuales repensar el significado de la migración. Sus historia permiten reflexionar sobre la cicatriz que deja el trauma y los duelos que acompañan el desplazamiento. Cada uno de ellos escribía su historia como herramienta para conocer relatos. La cocina y las recetas fueron los pretextos para establecer la relación personal.

Cada uno de ellos cocinaba un plato que tenía una significación especial que le traía recuerdos y les unía con su origen, Y a partir de ahí la posibilidad de conectar, de escuchar sus experiencias y compartir sus vivencias.

La tarjeta roja

La tarjeta roja es el documento que se concede a todas aquellas personas procedentes de una región en conflicto o que han sufrido un desastre natural mediante el cual se les autoriza a vivir en territorio español. Así, esta persona que se encuentra en un país que ha sufrido alguna de estas situaciones adversas, pueden venir a España y solicitar la residencia por razones humanitarias o ser refugiado y pedir asilo político.

Es lo que se denomina protección internacional. De aquí que el nombre oficial sea documento acreditativo de la condición de solicitante en tramitación de protección internacional. No obstante, la tarjeta roja no es una tarjeta que concedan una vez aprueban el asilo. Ésta será entregada cuando la solicitud de asilo del extranjero se admite a trámite. Es decir, es el documento que se entrega a los solicitantes de asilo político y que les permite residir en España mientras se procesa dicha solicitud.

Recibe el nombre de tarjeta roja ya que está impresa en una cartulina de ese mismo color. Permite trabajar, pero sólo con la segunda tarjeta que recibe una vez renovada. Un contrato de trabajo a largo plazo o el alquiler de viviendas son casi imposibles de conseguir con ese documento. La tarjeta debe renovarse cada seis meses y puede ser concedida la renovación o no, siendo así motivo continuo de incertidumbre.

El proyecto se realizaba con personas que habían experimentado este proceso. A partir de la experiencia de la cocina con las cinco personas que participaban en el proyecto se seleccionaron un conjunto de frases más específicas, capaces de generar carteles publicitarios e instalaciones luminosas que iban a ocupar diferentes espacios públicos en la ciudad de Madrid. Humberto, de Venezuela, Lionel, de Camerún, Lisbeth de Venezuela, Consuelo de Guinea Ecuatorial, Liliane de Camerún y Brayan de Colombia son los protagonistas del proyecto

Arte urbano no destructor

La actuación se completaba con un conjunto de intervenciones en diferentes entornos urbanas con la proyección de frases especialmente significativas referentes al proceso de la migración.

El libro Migrar es para siempre recoge los testimonios de las cinco personas que trabajan en los Centros CEAR con fotografías de la actuación realizada en diferentes lugares de Madrid. Una publicación con un excelente grafismo que utiliza intensivamente el color rojo en sus páginas como recuerdo de la tarjeta roja con los textos de cada una de las personas. La revista “Dramática”, del INAEM del Ministerio de Cultura se hace eco del proyecto con un amplio artículo titulado Ensayos para una disrupción del espacio.

Las acciones de intervención realizadas son ensayos que han buscado disrumpir los espacios destinados tanto a publicidad como a la mirada cotidiana frente al diseño urbano. Anuncios en soportes de edificios cotidianos de la ciudad, pero con contenidos que rompían aquello que los ciudadanos esperaban oír y ver. Se utilizaron intervenciones de luz, proyecciones con rayo láser que permitían presentar mensajes de grandes dimensiones en espacios en los que no se esperaba ver. Los jardines del Descubrimiento en la plaza de Colón, la Plaza Elíptica de Usera o el Ministerio de Trabajo fueron algunos de los lugares elegidos. Edificios y espacios con una clara significación para la ciudad.

Los espacios seleccionados tenían alguna relación con el proceso de la migración: el parque de Pradolongo espacio de reunión y esparcimiento de migrantes asiáticos y sudamericanos,, el Ministerio de Trabajo, las oficinas de Pradillo donde se realiza el trámite de renovación de la tarjeta roja…Y, en esos espacios, hasta doce, aparecían los nuevos mensajes: Migrar es para siempre, Tengo rabia por migrar y tener que dejarlo todo, La tarjeta roja es comida para hoy, hambre para mañana, Hay derechos humanos para blancos y hay derechos humanos para negros… eran algunos de los rótulos que la luz dibujaba en los edificios y de los que la imagen fotográfica dejó constancia.

Un proyecto que ha recogido, de primera mano, la experiencia de la migración en España y la ha querido hacerla visible a través de esta intervención artística que queda documentada en la publicación Migrar es para siempre y en el artículo de la revista Dramática. Una buena forma de sensibilizar a todos de una realidad de especial importancia en nuestro país.

 

Tomelloso y su cultura: una oportunidad infinita

Por Santiago Arroyo Serrano

Publicado en el diario Lanza el 25 de agosto de 2023

Del año 1923 data un hermoso cuadro de Antonio López (Torres) en el que recrea una cueva de Tomelloso, seguramente una de las imágenes simbólicas más importantes de la agrociudad manchega, y que también tuvo un valor muy importante para el propio pintor, por ser escondite de sus sueños artísticos y de la riqueza del vino tomellosero, cuando como muchos padres de hoy, no veían futuro a eso de dedicarse al arte. Cien años después, hay pasos que dar para poner en valor el patrimonio cultural municipal, sin miedos y con ambición.

Comienza estos días la Feria y Fiestas de Tomelloso, que culmina con la Fiesta de las Letras que, a pesar de ser un evento tradicional, en el que se han intentado ciertas innovaciones, no puede ser comparado a otros en la región y es que Tomelloso ha tenido siempre un orgullo grande por completar esa dialéctica de ser pueblo trabajador y al mismo tiempo culto. Seguramente esas raíces se remonten al liberal Francisco Martínez Ramírez, no en vano, un incitador de algunos sueños que posteriormente impulsaría Francisco García Pavón, que da nombre ni más ni menos que al edificio de la Facultad de Letras de la Universidad de Castilla-La Mancha, con todo lo que supone de carga simbólica. Martínez Ramírez nunca concibió el trabajo sin la cultura, porque la cultura y el amor por la belleza debía regir el futuro de Tomelloso e impulsó el Orfeón de Tomelloso, ciclos de conferencias, academias obreras, la creación de periódicos para todos los públicos…

La belleza de Tomelloso y la belleza serena de lo sencillo y sus gentes está desde hace unas semanas presente de manera formal en el Museo Nacional Reina Sofía con la incorporación a través de los retratos que hizo Antonio López García de sus padres y sus abuelos (de 1955 y 1956 respectivamente). Esto viene a confirmar la importancia de Tomelloso en el mundo artístico, pero que sus miradas, sus gentes en el pincel de Antonio López García, se sitúen en uno de los 10 museos más visitados del mundo y el tercero de Europa, junto al Louvre, el Hermitage o al Metropolitano de Nueva York en 2022, y por delante de los impresionantes Museos Vaticanos es un regalo la historia local. Que Sinforoso y Josefa, Antonio y Carmen, formen parte de una de las colecciones de arte más importante del mundo, pone a Tomelloso en un lugar privilegiado en el museo y en la historia del arte español del siglo XX.

En el informe de Salvador Nadales señaló que estos aspectos humildes y cotidianos, son algunos de “temas de esos años centrales de la década de los cincuenta están aún muy vinculados al Tomelloso natal de López quien retrata a esas parejas abstraídas, de aire enigmático, que nos remiten a un mundo conocido”. A pesar de ello, ha trascendido que López García reclama mayor obra de su tío en la colección y la visita.

En el Reina Sofia y en relación con Tomelloso no solo encontramos la obra de Antonio López García, también la famosa fotografía del Premio Nacional Ramón Masats en Tomelloso, una pieza de Antonio López Torres de 1972 que entró al Museo en 1988 titulada “Casa de Tomelloso con campo y árbol”. Además, el Reina Sofía guarda el archivo artístico de Dionisio Cañas, que tal y como define el Museo en su web: ”aporta un abundante fondo documental vinculado a la trayectoria del artista y a la historia de Estrujenbank, que permite adentrarse en la base del entramado del arte más arriesgado de la década de 1990 en el panorama español”.

Se ha trabajado mucho y bien en los últimos cuarenta años. Todos los alcaldes y concejales de cultura se han esforzado por impulsar y sostener una identidad cultural sin igual en La Mancha, y aunque hoy lo veamos algo anquilosado en el pasado, el Museo López Torres fue pionero en nuestro territorio impulsado por Clemente Cuesta y Pedro Carrasco. Javier Lozano puso en valor uno de los símbolos de la ciudad, la Posada de Los Portales e impulsó la construcción del Teatro Municipal que ya pondría en marcha Ramón González y terminó de consolidar Carlos Cotillas que apostó también por mejorar el Museo del Carro. Hoy, con la polémica llegada de las dos esculturas de López García, y que han sido colocadas junto a Museo Antonio López Torres, se debate de qué forma aprovechar el papel de Tomelloso en una de las artes más populares del siglo XX, pues las infraestructuras culturales necesitan contenidos de calidad y una buena comunicación cultural y turística. Es el momento de consolidar esa narrativa.

Antonio Rodríguez Huéscar, gran filósofo español que vivió cinco años en Tomelloso, amigo y defensor de la humanidad de la obra de López Torres, escribió que: “hay en López Torres, en efecto, un gran respeto por el hombre, por su dignidad, unido a su mencionado temple reverencial ante la Naturaleza y, sobre todo, por el hombre sencillo del agro y por sus humildes quehaceres. Un respeto que se diría doblado de amor, sobre todo cuando esas personas son niños. Pero estos sentimientos parecen extenderse también a los: animales y a las cosas todas. Pinta con el mismo amor al viñador preparando su almuerzo, al pastor descansando, a unos niños que juegan o recogen hierba, unos burros pastando, la mula, al carro con el hato al lado, los cacharros, los trebejos, casitas, quinterías, bombos, en la lontananza, el pozo de la era, viñedos, melonares, encinares, mieses, cardenchas, yerbezuelas, guijarros, rastrojos, barbechos, la lejana serrezuela azulenca, violeta y rosa: los anchurosos campos, en suma; o la tenue nubecilla en el cielo impoluto, o la luz gris-perla del nublado, o el charco que la refleja, engastado en el rojo terruño recién llovido.”

En la definición del filósofo de Fuenllana se refleja cómo Antonio López Torres ha conservado mejor que nadie el patrimonio inmaterial y material de Tomelloso, bombos, cuevas, mulas, viñadores y en la estrategia de promoción de la ciudad, puede ser de justicia iniciar conversaciones con el Ministerio de Cultura y los grandes Museos nacionales para que la obra de Antonio López Torres pase a ser Patrimonio Nacional, y por qué no el Reina Sofía, tenga una sala en Tomelloso, o por qué no tener en Tomelloso un Museo Nacional que si nos convierta en visita obligada. Hace no mucho en una conversación con Antonio López, me comentaba lo necesario que era intervenir con una conservación curativa y preventiva en las tablas de su tío, antes de que se pudieran perder. Seguramente sea un buen momento para establecer contactos con instituciones nacionales con más medios y aprovechar para mostrar al mundo la joya de Museo que guarda Tomelloso. Parecen locuras, pero bien le vendrían a Tomelloso, más allá del turismo, para la dinamización de sus productos y proyectos industriales y agroalimentarios, ocupando el lugar en La Mancha que merece y protegiendo su patrimonio más importante.

Un problema importante es que Tomelloso carece de contenidos de calidad para el turista, de investigación real sobre su historia aplicada a la medición cultural y turística, y pocos se embarcaron en la larga tarea de investigar, con alguna ayuda o ninguna. Los bombos son extraordinarios sobre los que apenas existe interpretación, también las cuevas, construcciones únicas que tienen importante potencial, así como el arte, el urbanismo y el paisaje vitivinícola. Todo esto hay que interpretarlo e impulsarlo. Dionisio Cañas estudió la posguerra en Tomelloso y se le apoyó decididamente para realizar un trabajo casi antropológico. Lorenzo Sánchez hizo lo propio con la geografía, así como otros muchos investigadores que han ido recuperando fragmentos de la historia local, destacando la labor lenta del responsable del Archivo de Tomelloso, Vicente Morales Becerra. La integración de labor y arte también ha llegado a la empresa, siendo una de las más grandes empresas de la ciudad, promotora de un gran certamen artístico y cultural y un museo propio, el Infanta Elena de Arte Contemporáneo, impulsado por la Bodega Almazara Virgen de las Viñas, que deja un importante poso no solo en importantes infraestructuras.

De Tomelloso se ha hablado y se ha escrito mucho. Se le respeta como ciudad, por su carácter emprendedor, por su potencia cultural y por sus luchas, habiendo sido uno de los núcleos más dinámicos de toda La Mancha desde principios del siglo XX. Sin embargo, carece de un gran espacio temático o Museo de historia contemporánea que interprete sus destacadas singularidades. En una visita da la sensación de que damos por hecho el espectacular crecimiento económico y social de la ciudad gracias al impulso de los alcoholes y los vinos y cómo ello afecta a la significación actual de la ciudad. Todo hay que explicarlo y hacerlo bien, porque sin este impulso agroindustrial no hubieran surgido las obras de López Torres y García y tantos otros.

Es sabido que la ciudad cuenta con un ejemplo de progreso económico y social en la obra de Francisco Martínez Ramírez, cuyo esfuerzo fue único y singular; un patrimonio literario único vinculado a las tradiciones populares como el de Francisco García Pavón y Eladio Cabañero; la mejor colección de poesía iberoamericana íntegra que Dionisio Cañas donó a la ciudad recientemente; una tradición artística liderada por los López Torres y López García que muestran los valores del ser humano y el arte en el siglo XX, no solo por su producción artística sino por sus peripecias vitales y estéticas, que reflejan lo mejor del ser humano y que han influido en una gran cantidad de artistas llenando la ciudad de arte.

Existen hoy proyectos inacabados, como la musealización de la Casa del Gallego que ha dejado a medias el anterior equipo de gobierno, la renovación de la biblioteca municipal, el impulso del turismo literario desde Cervantes a García Pavón, la reconfiguración del mercado de abastos, entre otros. Seguramente este es el momento idóneo para revisar la estrategia cultural y turística de la ciudad y establecer alianzas con centros culturales nacionales e internacionales para poner a Tomelloso definitivamente en el mapa.

El nuevo alcalde, Javier Navarro Muelas, por su amor a Tomelloso y sus valores va a ser quien ordene todo esto y potencie de una vez por todas lo que los anteriores alcaldes han dejado abierto en forma de infraestructuras. Inversiones muy importantes que hoy deben ordenados e impulsados con contenidos y acuerdos ambiciosos, donde tengan cabida las tradiciones históricas, los creadores actuales, los bombos, las cuevas, los símbolos de la tradición histórica a casi 500 años de la fundación. Tomelloso podría incorporar los bombos como patrimonio mundial de la humanidad y ya hubo intentos.

Para terminar, coincido con Jaime Quevedo Soubriet, que este año ha sido pregonero de la feria quien, por cierto con su interesante y admirable proyecto editorial y periódico animó vocaciones manchegas, con otros ya desaparecidos como Pablo Ortiz Perona “Pasos” o Paco Rosado de Cuadernos Manchegos que formaron parte de la mejor tradición cultural de Tomelloso, en que no podemos dejar perder el tren, y seguramente sean los proyectos a los que hacíamos referencia más arriba los que justifiquen que Tomelloso necesita un tren, que recorra los viñedos fruto del trabajo y esfuerzo de sus gentes y disfrute del mejor arte contemporáneo, el vino y las tradiciones más ancestrales de La Mancha y de España.

Nuestra España de las Autonomías inacabadas

Por Antonio Marco

Publicado en El Decano de Guadalajara el 21 de agosto de 2023

Gabriel Jackson fue un importante profesor e historiador norteamericano que dedicó gran parte de su esfuerzo y trabajo al estudio de la Historia moderna y contemporánea de España, hasta convertirse en un reconocido hispanista y adquirir la nacionalidad española en el año 2005. Había nacido en 1921 y ha muerto hace poco más de tres años, a los 98 de edad.  Recién graduado, becado con otros jóvenes estudiantes, viajó a Méjico en 1942 y allí entró en contacto con exiliados republicanos españoles, algunos de ellos importantes protagonistas durante la época de la II República y Guerra Civil españolas, sintiéndose atraído desde entonces por nuestro país y su reciente historia. Su obra más importante y famosa, publicada en 1965,  es La República española y la guerra civil, 1931-1939, editada originariamente en inglés en EEUU, en castellano en Méjico en 1969 y por fin en España en 1976, muerto ya el dictador Franco. Esta obra fue en su momento un afortunado revulsivo frente a la falseada y ocultada historia oficial y académica de la Dictadura.

Curioseando estos días de tórrida canícula en los estantes de mi biblioteca, bien abastecida sobre todo de libros dedicados al mundo grecolatino pero también de otros de más actualidad, tropiezo con el libro de Gabriel Jackson Memoria de un historiador, en la edición española de editorial Temas de hoy de 2001. Jackson la publicó por vez primera en 1969 en inglés en Estados Unidos, resultando una especie de autobiografía. Esta obra no pudo publicarse entonces ni durante el franquismo en España por las exigencias de la censura del Ministerio de Información y Turismo de la época, que parecía ser una pequeña rendija en el duro sistema de censura dictatorial. Se publicó por fin en España en 1993, con algunas correcciones y ampliaciones necesarias después de tan larga espera, con el título “Historia de un historiador”.  Me animó a hojear y ojear esta obra, oculta entre otros muchos libros, la apetencia de escapar por una vez de la historia antigua a la que dedico mis principales lecturas y afanes y el deseo de conocer la visión que un historiador extranjero, amante de España pero sin los condicionantes de un nativo, tenía de una época tan importante y de tanta actualidad para nosotros como la descrita. Es un libro interesante porque Jackson, becado por la fundación Fullbright, estuvo largas temporadas en España desde los años 50, investigando los archivos hasta donde le permitieron las autoridades y censuras del momento y entrevistando en España y fuera de España a decenas de personalidades y protagonistas de aquellos difíciles años de uno y otro bando. Pensaba Jackson que la historia fría de los documentos debe ser vitalizada, animada por los testimonios personales de quienes fueron sus protagonistas. Historiadores antiguos como Polibio fueron de la misma opinión y valoraron grandemente el relato de los testigos. Merece la pena conocer el testimonio de historiador tan importante y la visión que obtuvo de aquella España, por ejemplo del impacto que en él tuvo  la pobreza generalizada en la sociedad y en la calle y al mismo tiempo la dignidad que manifestaban los ciudadanos depauperados y cómo sedujeron al rico americano, la opresión permanente en todos los aspectos de un régimen que permitía pocas libertades, el poder también opresivo de un catolicismo tridentino omnipresente, el odio al rojo vencido,  la indolencia de la administración; todo ello sin cargar ninguna tinta, sino con la objetividad fría de un historiador que quiere ser sincero y que supo reconocer el error de apreciación cuando se equivocó. Tan atraído se sintió por nuestra patria y nuestra forma de ser que decidió pasar gran parte de su jubilación viviendo entre nosotros, en Barcelona, hasta que, sintiendo próximo el fin de su vida, decidió volver a EEUU con su familia.

Pues bien, esta España que conoció y describió, poco tiene que ver con la España de hoy, fruto de la evolución de un progreso enorme en todos los aspectos de la vida socioeconómica  y política, a partir de la instauración de la Democracia: un gran desarrollo económico, un gran desarrollo social y político con la recuperación de las libertades y la instauración de la democracia, un gran desarrollo educativo y cultural. El propio Jackson vivió también intensa y felizmente esa evolución que deseó y que en alguna ocasión anunció.

En sus viajes por las diversas regiones españolas, del País Vasco, a Cataluña, Andalucía, Madrid o Aragón, observó también las peculiaridades y diferencias entre los territorios. Constata que su integración sin reticencias en un conjunto nacional, es un problema muy antiguo, muy vigente y muy importante, sobre todo allí donde la lengua propia tiene un fuerte arraigo como en Cataluña. Quizás no todos estemos de absoluto acuerdo con algunas de sus apreciaciones, que no parecen fruto de una detenida y profunda atención a la cuestión. Pero sí es de agradecer la tranquilidad y serenidad con la que trata el asunto de las “autonomías” y el deseo de que la Constitución del 78 sea el marco y el instrumento para estructurar una realidad política tan compleja. Jackson calificó este asunto como una de las tareas más importantes y difíciles de resolver en nuestro país.

No me resisto a reproducir una cita del final de esta obra que comento, la cita de  un historiador honrado y prestigioso, ajeno por ser extranjero y propio y cercano por su cariño a España y nacionalización, que vivió con ilusión el nacimiento de las “Autonomías”:

“La aplicación de la fórmula autonómica a todo el Estado, no solo a las nacionalidades históricas, demuestra que la prosperidad y la unión consensual de España depende de una descentralización que otorga poderes locales también a Andalucía, Valencia, las Canarias las Baleares y a  los grandes municipios; en resumen, una especie de desarrollo federal que permite una serie de matices nacionales y culturales sin que el Estado vuelva a la situación de reinos de taifas de principios de la Edad Media. Conozco demasiados españoles que piensan que el “Estado de las Autonomías” y el concepto de “nación de nacionalidades” es una broma o batiburrillo. Pero en el mundo euroasiático de estados centralizados –muchos de los cuales reprimen a las minorías nacionales- España ofrece un ejemplo admirable y admirado de las esperanzas de pacífica cohabitación en el mismo territorio de diferentes grupos nacionales y étnicos”.

Ciertamente, en los años transcurridos desde que se aprobó nuestra vigente Constitución y desde que Jackson escribiera estas palabras, el Estado de las Autonomías ha tenido un grandioso desarrollo que ha proporcionado enormes beneficios a todos los españoles. También es cierto que ese desarrollo no ha estado exento de oposiciones, tensiones e incomprensiones, algunas de enorme gravedad y sigue siendo en parte una cuestión sin resolver definitivamente. El nacionalismo violento y asesino de ETA echó un cruel pulso a la sociedad y al Estado, que produjo mucho sufrimiento hasta que finalmente perdió y desapareció; el nacionalismo insensato y separatista reciente de importantes sectores catalanes, pero no todos ni la mayoría, también se ha enfrentado en los últimos años al Estado ilegalmente y en ocasiones violentamente, por lo que sus líderes han sido juzgados y condenados; el conservadurismo más rancio y tradicional español también se opone con ira a cualquier avance en el desarrollo de las autonomías del Estado propuesto por el gobierno, al que califican con gruesos adjetivos de traidor y rompedor de la unidad de la Nación, y proponiendo una pretendida unidad eterna y esencial que sólo existió en los momentos de monarquía absolutista o dura dictadura franquista.

Como consecuencia de las últimas elecciones y sus resultados, para muchos imprevistos, que no conceden a los dos partidos mayoritarios, PP y PSOE, una mayoría suficiente para formar gobierno, nos encontramos en un momento de especial complejidad en el que los grupos más nacionalistas, sobre todo catalanes, creen tener una gran oportunidad de avanzar en sus irreales propuestas independentistas. Mientras al grupo Popular ni siquiera el acuerdo o ayuda del ultraderechista VOX le resulta suficiente, el PSOE necesitaría, entre otros, los votos del grupo catalán independentista Junts, cuyo líder vive en Bélgica huido de la justicia española y del que otros dirigentes fueron juzgados y condenados en España por sus acciones radicales e ilegales pretendiendo alcanzar una independencia imposible. Vivimos, pues, un momento políticamente muy complicado, en el que creo que debería imponerse una tranquila y correcta lectura de la historia reciente y antigua, una correcta y sosegada lectura de la realidad social y legal vigente y una correcta y realista lectura de qué oportunidad es la que realmente se abre, para evitar sufrimientos innecesarios, porque algunas de las exigencias anunciadas son sencillamente imposibles.

En mi opinión, que creo y deseo que sea la de la mayoría de los ciudadanos españoles, la unidad de la nación es tan firme y segura ahora como lo ha sido desde el momento de su existencia, no existe ningún derecho de autodeterminación de los pueblos de España sea cual sea su definición, la Constitución del 78 ha demostrado ser un poderoso instrumento de modernización y sigue vigente al margen de que necesite algunos retoques y actualizaciones incluso en la definición del Estado de las Autonomías; la Constitución del 78 permite todavía avanzar y profundizar en la definición de las Autonomías, de sus gobiernos y de la relación con el Estado; es una enorme irresponsabilidad tensar la cuerda de la “oportunidad” y alimentar propuestas imposibles de autodeterminación e independencia entre la población, a veces muy fácil de manipular y desinformar; a sensu contrario, es una enorme irresponsabilidad negar la realidad de las peculiaridades regionales, llámense como se llamen,  y considerar al adversario como un traidor al que hay que batir y si es posible abatir; ni se puede negar la realidad autonómica ni se puede prometer la autodeterminación de ningún territorio nacional. Todas estas afirmaciones tan apodícticas y contundentes pueden ser probadas con sólidos argumentos para los que no hay ahora ni espacio ni tiempo. Por todo ello si la mayoría de los ciudadanos de España coincidimos en estos principios básicos, los partidos que nos representan a todos los españoles deberían trabajar de manera muy especial para hacer realidad estos principios, al margen del resto de otras grandes y básicas diferencias ideológicas propias de una sociedad compleja. En ese contexto han de ser posibles los acuerdos necesarios entre todos los grupos políticos españoles sea cual sea su posición sin reticencias ni insultos y posturas radicales.

Gabriel Jackson intuyó la importancia y dificultad del desarrollo de la cuestión autonómica, pero en su optimismo no pudo prever el absurdo momento actual, como tampoco pudo imaginar el avance en todo el planeta, también en España, de posturas conservadoras y de ultraderecha aterradoras después del lamentable siglo XX que estudió y le tocó vivir. En política general este asunto del avance de la ultraderecha, que pone en peligro la propia democracia y libertades necesarias para un adecuado desarrollo personal social y que en Europa ataca al afortunado “estado de bienestar”, es el asunto más grave que afecta al desarrollo sociopolítico de nuestro tiempo, pero este es asunto para tratar otro día.

El hombre que parecía inmortal

Por Jesús Fuentes Lázaro

Publicado en El Español el 15 de agosto de 2023

Este, sí, parecía inmortal. Nos habíamos acostumbrado verle por las calles de la ciudad, o en actos públicos, con su imagen de ídolo cercano y su figura real: huesudo, musculoso y satisfecho por los triunfos que alguien como él, humilde y pobre, había conseguido. Se le llamó Federico Martin Bahamontes y con su fallecimiento termina una época, el tiempo de un país necesitado de héroes que alumbraran la gris realidad de una guerra civil omnipresente, las represiones posteriores, las miserias seculares y las rutinas de una dictadura aislada.

En ese panorama apareció él, de la nada, subiendo las cuestas empedradas de una ciudad de provincias a la búsqueda de cualquier forma de sustento. Vivió en uno de los barrios pobres de la ciudad. Cerca del mercado en el que traía y llevaba frutas y verduras. En la ciudad de los años cincuenta e inicio de los sesenta, todo era desvencijado, como de siglos pasados. Galdós, cuando llegó a Toledo, la definió como «ilustres escombros, destinados a ser nido de lagartos o de arqueólogos». Urabayen habló de ciudad muerta. Tan solo el poeta Rilke y Federico Martin Bahamontes se ilusionaron con ella. El poeta, porque vivía en la ciudad pintada por el Greco, Bahamontes porque en Toledo se sentía querido y respetado, que era la máxima ambición de un pobre en el Toledo de la posguerra. Tal vez por eso unió su destino a la ciudad y no se marchó a Madrid, que es lo que hacen los toledanos cuando se sienten ricos o famosos. Reflejos, aún no superados, del caciquismo de la España de la Restauración: la vida en Madrid, las fincas, el dinero o el manejo de la política en La Mancha.

De los barrios más humildes procedían los hombres que trabajaban en el abigarrado mercado de abastos, descargando banastas de frutas y de verduras como él hacía. Los habitantes de estos barrios se despertaban con el ruido de la sirena de la Fábrica, que anunciaba el comienzo de las actividades laborales. Dos horas más tarde, quien movilizaba al resto de la población, sobre todo mujeres, era el repique que, monaguillos y sacristanes, arrancaban de las variadas campanas de la ciudad que convocaban a las misas ordinarias. Esas cadencias discordantes son las que exhibía Federico subiendo a las montañas. Su figura, escalando, tenía algo de espiritual, de ascenso místico desde la pobreza de una vida hacia un lugar indefinido. No es de extrañar que se convirtiera un ídolo para una España necesitada de alegrías. Para más énfasis le pusieron el sobrenombre de Águila de Toledo, en referencia evocadora al imperio de Carlos V. La repetición de sus hazañas desembocaría en el triunfo en el «Tour de Francia». Culminaba el camino iniciático del héroe que los españoles necesitaban para escapar de la espesa realidad cotidiana.

Cuando terminó su dedicación profesional, ya convertido en mito atemporal, se transformó en comerciante. En la Plaza de la Magdalena, a unos pasos de Zocodover, abrió un gran comercio de bicicletas y productos de deporte. Un espacio deslumbrante de provincias, con la ventaja de que se podía ver, aunque fuera de reojo, al mito próximo, circundado por las aureolas de sus hazañas. Los niños de entonces soñaban que sus padres les compraban una bicicleta o cualquier otra prenda de deporte en la tienda de Bahamontes, creyendo que así resultaría más fácil repetir sus heroicidades.

Federico Martin Bahamontes ha tenido una existencia, pensamos, que feliz y larga. La realidad, sin embargo, desmonta todas las ilusiones, incluidas las infantiles. Los mitos del deporte o de cualquier otra actividad adquieren la condición de estereotipos. Y los estereotipos no son más que ilusiones ficticias para consolarnos con la idea de una inmortalidad posible.

Cultura y reto demográfico. Un paseo con Unamuno por La Mancha

Por Santiago Arroyo Serrano

Publicado el 01 de agosto de 2023 en el diario Lanza

Todo ello es urgente hacerlo por unanimidad, con un pacto de estado, regional y provincial desde el mundo rural, pues las políticas que se diseñan desde las grandes capitales no son efectivas cuando lo que se trata es de utilizar la cultura como elemento para el desarrollo personal, territorial, social, económico, turístico y es de esos valores de los que nos tenemos que enorgullecer si queremos revitalizar nuestra tierra, nuestro paisaje literario y nuestra historia, en diálogo auténtico con los que han decidido quedarse y los que desearán volver a invertir recursos y revivir nuestros pueblos que aún tienen mucho futuro, que necesitan sellos y avales de la UNESCO, pero también ilusiones y sueños de jóvenes que quieran proyectarse y arraigarse en sus pueblos, porque así el mundo será también algo mejor

Al finalizar la anterior legislatura, el pasado febrero, la Diputación de Ciudad Real anunció la creación de una Cátedra para estudiar científicamente la despoblación. La Junta ya contaba con un Comisionado para el Reto Demográfico dependiente de Vicepresidencia Primera. El nuevo presidente de la Diputación, Miguel Ángel Valverde, ha hecho hincapié en este problema en su investidura, que se intensifica y acelera para un buen número de pueblos de la provincia. El nuevo organigrama de la Diputación de Ciudad Real incorpora el Reto Demográfico como una de las competencias fundamentales de la institución provincial, lo que lo eleva a rango de política fundamental durante los próximos cuatro años. Su responsable será la también alcaldesa de Argamasilla de Alba, Sonia González Martínez, que tiene ante sí un reto inmenso.

Es paradójico que en las ciudades el problema sea que las viviendas son cada vez más costosas y pequeñas como muestran estudios muy recientes y por el contrario, en los pueblos las viviendas, que las hay en cantidad y tamaño, no tengan quien las habite. Mucho tiene que ver la sociedad de consumo y las nuevas formas de relacionarnos y de experimentar el ocio, pero es cuestión además de valores y visiones del mundo, que cambian a gran velocidad.

Miguel de Unamuno, que amaba los paisajes españoles, como otro ilustre manchego, Fray Luis de León, de vez en cuando buscaba la paz en la España rural, publicaba en 1913 su artículo “Por capitales”, donde reflexionaba sobre lo que denominaba “pereza espiritual”, al hablar de las posibilidades de las ciudades en la periferia, señalando que sus viajes “por nuestras capitales” le llenan “de cierto pesar no exento de hondas inquietudes”, porque cuando en aquel tiempo las capitales de provincia eran abandonadas por muchos jóvenes buscando una vida mejor (o diferente) en las grandes ciudades, apunta Unamuno que era habitual escuchar en estos lugares alejados de Madrid ciertas lamentaciones recurrentes: “Esto está muerto; aquí́ a nadie le interesa nada; esto es un desierto; esto es un dolor; aquí́ no se puede vivir; hay que marcharse; aquí́ no hay sino baja politiquilla; aquí nadie lee nada…” y en efecto, muchas de las personas con mayores inquietudes han tenido que salir a desplegarlas y ejercitarse lejos de sus lugares de origen en la periferia de las provincias que lentamente se van despoblando. Sea cual sea la disciplina que atraiga a las personas jóvenes, la diferencia es que antes los pueblos eran una referencia y siempre se volvía, incluso emocionalmente como a la Feria de la criptanense Ana Iris Simón, pero cada hay más idas que venidas de los hermosos y pacíficos pueblos manchegos.

Decía Unamuno que en los “ámbitos tranquilos y soñolientos de provincia, el que no necesitando trabajar demasiado no se da al juego, a la bebida o la lujuria, se da a ver pasar estúpidamente las horas” y continúa exponiendo que “es empresa terrible la de agitar esas ciudades y mantenerlas despiertas”. Imaginamos cuando Unamuno habla de ciudades de provincia las oportunidades eran menores, recogiendo hoy, gracias a la gran cantidad de servicios disponibles incluyendo la Universidad, a muchas personas jóvenes y no tanto que buscan el dinamismo y agilidad de lo urbano frente a la calma y lentitud del mundo rural provincial. Han ido saliendo, como muestran los datos, de esas pequeñas poblaciones en los extremos provinciales o sin posibilidad de crecimiento para formarse y construir su proyecto personal desde la capital.

Muchos los ejemplos hasta la llegada de la Universidad a las provincias, evidencian que, como planteaba ya Unamuno hace más de un siglo, “los que se interesan por esos altísimos intereses, de ordinario emigran y se reúnen en las grandes capitales. Los artistas, literatos, hombres de ciencia, filósofos, etc., se van, aquí́ en España, a Madrid”, hoy incluso van y vienen con los aves. Surge el problema fundamental que también hoy aqueja a la juventud cuando se les pregunta: “los que se quedan en provincias, o por necesidad o por su gusto, suelen verse aislados”, y es frente a esa sensación de aislamiento frente a la que hay que intervenir, a menudo con mejor transporte interprovincial, con mayor formación y con una oferta mayor de oportunidades de cara a que la vida que atraiga a las mentes más inquietas no esté únicamente en un lugar. Para ello es necesaria mucha cultura y educación. No me cansaré de repetirlo con el Rector de Salamanca.
Unamuno destacaba también otro mal grave, “que nuestra vida interprovincial es muy escasa. Casi todos los que trabajamos desparramados por la cultura patria nos comunicamos, cuando lo hacemos, a través del centro”. En nuestra provincia, por poner un ejemplo, ir de Valdepeñas a Tomelloso en transporte público es casi un milagro, y no digamos de Villanueva de los Infantes a Campo de Criptana, por poner solo dos ejemplos. Otro hecho evidente es que es mucho más sencillo viajar de Ciudad Real a Cuenca pasando por Madrid. La falta de comunicaciones nos limita mucho, pues esa vida interprovincial nos enriquecería cuando todas las facilidades son para ir a Madrid o a las capitales de provincia con el consiguiente impacto económico de las localidades más pequeñas, incluso para el turista, donde no hay más que ver el exitoso Tren de los Molinos de Campo de Criptana, que viene lleno cada fin de semana. Unamuno terminaba su artículo defendiendo los valores de las provincias periféricas frente a Madrid, aconsejando a los jóvenes de provincia que “no se dejen ganar por Madrid, y no por aversión a la villa y corte, no, sino porque estoy convencido de que el porvenir cultural de España depende en gran parte de que logremos descentralizar la cultura.”

El alcalde de Tomelloso, Javier Navarro Muelas, ha propuesto convertir Tomelloso en ciudad universitaria, una utopía posible que tiene sus antecedentes en los esfuerzos del ilustre hijo Francisco Martínez Ramírez “el Obrero de Tomelloso”, que ya impulsó con su Círculo Instructivo del Obrero en el actual Casino de Tomelloso. Sin duda, la formación y transferencia de conocimiento a ámbitos como la agricultura, el turismo, la cultura que pongan el foco en la mejora de la calidad de vida son esenciales y es lo que necesitamos, para incrementar la participación social. Si entramos en la dinámica de que no se impulsan iniciativas culturales y sociales porque hay poca población los pueblos acabarán siendo lugares desiertos urbanística y emocionalmente y no me refiero a un concierto o dos al año, se necesitan actividades permanentes para consolidar la población y canalizar sus inquietudes, en los que tal vez la figura de las Universidades Populares tiene que jugar un papel protagonista. Las ciudades cada vez son más tristes y en las zonas no urbanas está por impulsar proyectos viables en materia de empleo, cultura, educación y programas europeos, que valoran mucho las apuestas por el desarrollo rural. Todas las administraciones deben impulsar decididamente la alegría en nuestros pueblos frente a la decadencia material de las ciudades y reflexionar sobre las causas del no retorno de la juventud que sale de los pueblos, el desinterés por el patrimonio y los valores identitarios e históricos. Cada vez hay más viviendas en venta en La Mancha y las que hay son más viajes y la baja demanda se acelera. Otro problema al que prestar atención.

Hay estudios, análisis y grupos de investigación que nos muestran las claves para fortalecer el vínculo con nuestras raíces y lograr la permanencia en las áreas no urbanas, como el trabajo con las familias, la importancia de las nuevas oportunidades de empleo híbrido urbano-rural, los incentivos fiscales puestos ya en marcha y el apoyo a empresas que se instalen en dichos territorios. Todas las soluciones superan la duración de una legislatura, por eso hay que tener altura de miras. Además, la mejora urgente de las telecomunicaciones y medios de transporte, el impulso de la iniciativa privada con estrategias de cooperación desde lo público para no perder el poco patrimonio público y privado que atesoramos, la comunicación de los servicios públicos existentes y el bienestar de nuestros pueblos, potenciando el ocio y las relaciones, dinamizando el entorno y poniendo en el centro la puesta en valor del patrimonio cultural.

Todo ello es urgente hacerlo por unanimidad, con un pacto de estado, regional y provincial desde el mundo rural, pues las políticas que se diseñan desde las grandes capitales no son efectivas cuando lo que se trata es de utilizar la cultura como elemento para el desarrollo personal, territorial, social, económico, turístico y es de esos valores de los que nos tenemos que enorgullecer si queremos revitalizar nuestra tierra, nuestro paisaje literario y nuestra historia, en diálogo auténtico con los que han decidido quedarse y los que desearán volver a invertir recursos y revivir nuestros pueblos que aún tienen mucho futuro, que necesitan sellos y avales de la UNESCO, pero también ilusiones y sueños de jóvenes que quieran proyectarse y arraigarse en sus pueblos, porque así el mundo será también algo mejor.

* Profesor del Departamento de Filosofía, Sociología, Antropología y Estética de la UCLM.